Reiteran organizaciones rechazo a la Ley “Eraclio” sobre Variedades Vegetales
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País reiteró su oposición a la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales presentada por el diputado morenista Eraclio Rodríguez, por considerar que “amenaza los derechos de campesinos e indígenas y “la pretensión de reformar dicha ley proviene de intereses extranjeros y contraviene los intereses nacionales”.
El organismo, integrado por 300 organizaciones campesinas, indígenas, urbanas, de consumidores, grupos ambientalistas, de mujeres y de derechos humanos, demandó a los legisladores de la Cámara de Diputados a no dictaminar dicha iniciativa y “les invitamos a abrir un espacio plural y amplio de cara a la sociedad para escuchar y debatir propuestas sobre acciones del Estado para la efectiva protección de los derechos y el cuidado de la naturaleza”.
El diputado del partido en el poder ha señalado en declaraciones a la prensa que en su propuesta, “las variedades nativas y las variedades de uso común no son tocadas en absoluto por los títulos de obtentor de las variedades mejoradas obtenidas como parte de un proceso de mejoramiento genético comprobable”.
“La propuesta de reforma actual adapta las disposiciones del Acta UPOV91 a las condiciones de nuestro país, salvaguarda los derechos de los campesinos, pueblos y comunidades indígenas, afromexicanas y equiparables, así como los derechos humanos a la alimentación y a una vida saludable, y la salvaguarda de nuestra biodiversidad y recursos fitogenéticos”, expone el legislador.
Las organizaciones se oponen a dicha iniciativa porque establece penas de cárcel, costosas multas, quema de cosechas, que grandes empresas podrían obtener derechos propiedad intelectual de semillas y partes de plantas, además posibilita siembras de semillas transgénicas, según señalan en un comunicado.
Consideran que “no se puede reducir a una discusión partidista o entre actores políticos antagónicos, un debate del cual depende la reproducción de la vida misma, el cuidado de las semillas, de las plantas, y la tarea irrenunciable que tiene el Estado de proteger los derechos de comunidades campesinas e indígenas, y el derecho a una alimentación sana, nutritiva, de calidad y culturalmente adecuada de todas las personas que habitamos o transitamos por este país”.
Expusieron que continúa trabajando e informando a comunidades, a los pueblos originarios y campesinos, a las organizaciones sociales, y a todas las personas interesadas en la alimentación sana, acerca de las graves consecuencias que traería la aprobación de esta Ley y “nuestro único interés es la defensa del campo y la soberanía alimentaria de México”.