Hay alternativas para canalizar recursos financieros al agro en 2021
Frente a la reducción de recursos fiscales que el gobierno federal dispuso en el Presupuesto de Egresos de la Federación en los últimos dos años, el efecto catastrófico por la pandemia del Covid 19, y la necesidad de devolver la dinámica económica al sector productivo del campo –para el presupuesto 2021 que se enviará al Congreso– deberán considerarse prioritarios programas de financiamiento y de apoyo productivo tanto a productores de manera directa, como a pequeñas y medianas empresas del medio rural que prácticamente han entrado a un esquema de crisis económica, señaló Rafael García del Horno, secretario de finanzas de la Fundación Mejoremos al Campo.
Hizo hincapié en que hay opciones en las instancias de financiamiento del gobierno federal, y precisó que el Tratado de Libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) también abre expectativas para considerar, explorar y formalizar proyectos de inversión, sobre todo en los nuevos capítulos, particularmente los que tienen que ver con el impulso a las micro, pequeñas y medianas industrias.
Otra alternativa con el mismo propósito es considerar que en los primeros meses de 2021 el Banco de México transferirá al Ejecutivo Federal un monto aproximado de 500 mil millones de pesos, correspondientes a Excedentes de Operación de Banxico. Este dinero, por ley, tendrá que destinarse en 70 por ciento al pago de la deuda pública y 30 por ciento restante sería para el Fondo de Estabilidad de los Ingresos Presupuestarios.
Sin embargo, dada la falta de ingresos públicos por el desplome de la economía mexicana, seguramente el Ejecutivo tratará de usar este dinero como gasto público y sería un contrasentido destinarlos al pago de la deuda o al Fondo de Estabilidad señalado.
En otro orden, García del Horno refirió que México tiene una línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional por 61 mil millones de dólares, los cuales no se han utilizado; pero por no ser ejercidos le cuestan al erario federal mexicano casi 160 millones de dólares anuales por mantenerlo vigente.
La propuesta es utilizar ese financiamiento, aunque no en su totalidad. En el sector rural se considera que con 10 por ciento de esa cantidad, sería suficiente para salir de una crisis económica que se vive en el campo mexicano desde hace décadas.
Opinó que en el campo se genera gran parte de la alimentación de los mexicanos y no debemos seguir con el proceso creciente de importaciones de alimentos. De acuerdo con estadísticas del INEGI, en el medio rural vive alrededor de 25 por ciento de la población mexicana y también en estas áreas el país enfrenta los más altos índices de pobreza de nuestra población.
Añadió que determinados sectores económicos cuentan con recursos financieros, como es el caso del turismo, que dispone de 150 mil millones de pesos para crédito a tasas preferenciales para micro, pequeñas y medianas empresas.
La coyuntura de crisis sanitaria y económica y el cambio de gobierno, apuntó García del Horno, obligan a recapitular y reaccionar sobre el desarrollo del campo.
El campo sigue siendo un sector con grandes oportunidades, como lo ha sido en el pasado reciente. Esto significa que el sector agropecuario deberá ser un asunto de Estado. Debe ser el rector del desarrollo de México. Esto significa fortalecer sus instituciones junto con sus organizaciones sociales”.
Durante los últimos diez años, remarcó, el campo ha sido de los sectores que más crecieron, incluso por arriba del PIB, el cual en promedio creció al 2.5 por ciento en términos reales. El campo mantuvo un crecimiento de entre 3.5 y 4 por ciento del PIB.
Si bien la participación del sector primario en el PIB no supera 8 por ciento, incluido el valor agregado de la agroindustria en general, a diferencia de otros sectores como las manufacturas o el sector de servicios, el campo sigue siendo un sector estratégico.
Fuente: Fundación Mejoremos al Campo