Sigue debate sobre uso de glifosato entre industria de agroquímicos y sector orgánico
Mientras que industria insistió en defender el uso de glifosato en México porque está “clasificado como no carcinogénico”, luego de que se publicó el nuevo anteproyecto de decreto sobre este insumo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer); especialistas en cultivos orgánicos lo celebraron, porque señalaron ser sujetos de “contaminaciones externas” generadas por el uso del herbicida en cultivos aledaños, lo que afecta la comercialización de sus productos.
El presidente electo de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda, argumentó que la información consignada en el Catálogo de Plaguicidas debe seguir siendo la base para la toma de decisiones de tipo regulatorio, puesto que éste se basa en “evidencia científica y no en decisiones arbitrarias y de carácter subjetivo”.
El organismo planteó que en dicho catálogo vigente y publicado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se encuentra la información toxicológica con relación al uso agrícola, urbano y en jardines, donde señala que el glifosato no es carcinogénico. El objetivo según el catálogo es, “ayudar al buen uso y manejo de estos productos en las áreas de empleo: agrícola, forestal, pecuario, doméstico, urbano, industrial, salud pública y en jardinería“.
A través de un comunicado, el vocero de UMFFAAC anotó que en el proyecto de decreto publicado el 9 de diciembre del presente año por la Conamer, se instruye a la Sader y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a encontrar otras alternativas al glifosato, incluyendo “otros agroquímicos de baja toxicidad”, lo cual consideró absurdo y añadió: “para qué buscan lo que ya tienen, si la Cofepris tiene clasificado al glifosato en la categoría de más baja toxicidad para que lo prohíben, es totalmente ilógico lo que están haciendo”.
En tanto, Homero Blas Bustamante, presidente de la Sociedad Mexicana de Producción Orgánica AC (SOMXPRO), destacó que el anteprotecto de decreto para sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación del glifosato es importante, pues más de 300 mil productores orgánicos en México “no utilizamos glifosato en nuestros cultivos, sin embargo hemos sido objeto de contaminaciones externas de esta sustancia, hecho que ha causado pérdidas económicas a productores orgánico de café y miel orgánica, principalmente”.
En un comunicado, también propuso establecer medidas para que los consumidores identifiquen los alimentos libres de glifosato mediante un distintivo, de esta manera se garantiza el derecho a los mexicanos a elegir una alimentación saludable.
Es urgente, resaltó, reforzar una política de agricultura orgánica y agroecológica en México ya que la población demanda este tipo de alimentos y a falta de ellos hay una creciente importación de productos orgánicos principalmente de origen estadounidense, pero también de Europa, Asia y América Latina, advirtió Blas Bustamante quien es miembro del Consejo Nacional de Producción Orgánica (CNPO).
En contraparte, el presidente de la UMFFAAC, remarcó que
la prohibición del glifosato podría incrementar hasta en 25 veces los costos en el control de la maleza. Deshierbar una hectárea con glifosato costaba típicamente alrededor de 160 pesos y hacerlo de forma manual costaría alrededor de 4 mil pesos para la misma extensión de terreno”.
Luis Eduardo González igual consideró falsa la vinculación entre glifosato y transgénicos, “demuestra que el asunto es una cuestión ideológica con intereses políticos y por eso dejan de lado la evidencia científica y el marco regulatorio vigente”.
Insistió en que la información del Catálogo de Plaguicidas coincide plenamente con las conclusiones de organismos internacionales como la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que han señalado que no hay evidencia de que sea “cancerígeno”.
Homero Blas aseguró que
los agricultores orgánicos, tanto en México como en el ámbito mundial están demostrando que el glifosato no es necesario en la agricultura y que al igual que otros agroquímicos debe prohibirse bajo el sustento del principio precautorio.
Llamó al gobierno federal que en tanto corra el proceso gradual para eliminar el herbicida, se establezcan también medidas para que los consumidores identifiquen a los alimentos libres de glifosato mediante un distintivo, “de esta manera se garantiza el derecho a los mexicanos a elegir una alimentación saludable”.
Reconoció el decreto como, “una clara acción para darle forma a la transformación del campo mexicano con sustentabilidad por parte del gobierno federal al decretar que las acciones que deberán realizar las dependencias y entidades que integran la administración pública federal para sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación del glifosato”.
González pidió a los titulares de Semarnat, Cofepris y CONACYT, “que incorporen en su proceso de deliberación y toma de decisiones toda la información científica disponible que hay en México y en el mundo y que incluyan a los fabricantes, distribuidores del glifosato, pero sobre todo a quienes lo utilizan cotidianamente en el campo para tener una alta productividad de alimentos”.