Llama FAO a evitar crisis alimentaria en Cuerno de África
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aseguró que se se necesitan urgentemente más de 138 millones de dólares para prestar asistencia a 1.5 millones de personas vulnerables en comunidades rurales del Cuerno de África cuyos campos y pastos se han visto gravemente afectados por una sequía prolongada.
En una región que ya suele padecer inseguridad alimentaria asociada con fenómenos meteorológicos extremos, limitaciones de los recursos naturales y conflictos, la pandemia por Covid-19 y la invasión de langostas de 2020-21 han puesto al límite la capacidad de resistencia de las comunidades rurales y, en consecuencia, ha mermado la productividad agrícola.
Ahora, la tercera temporada de sequía provocada por La Niña plantea la preocupación de que se pueda producir una crisis de hambre a gran escala si las comunidades rurales de la región que producen alimentos no reciben a tiempo asistencia adecuada para cubrir las necesidades de las próximas campañas agrícolas.
En Etiopía, Kenya y Somalia, que son los países más afectados, se prevé que alrededor de 25.3 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria aguda a mediados de 2022; si se cumple dicha previsión, el Cuerno de África se sumiría en una de las mayores crisis alimentarias del mundo.
La trascendencia de respaldar los medios de vida rurales
El director de la oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO, Rein Paulsen. aseguró que prestar apoyo a la agricultura en momentos como este tiene una gran repercusión, que cuando actuamos rápidamente y en el momento justo para hacer llegar agua, semillas, atención veterinaria y el efectivo que tan necesario es a las familias rurales en situación de riesgo, se pueden evitar episodios de hambre catastróficos.
“Bien, este es el momento justo. Necesitamos urgentemente prestar apoyo a los pastores y las explotaciones agrícolas del Cuerno, de inmediato, porque el ciclo de las estaciones no espera a nadie”, añadió.
En 2011, una grave sequía contribuyó a un brote de hambruna en Somalia que provocó la muerte por inanición de 260 mil personas, la mayoría de ellas antes de que se declarara oficialmente la hambruna.
En 2017, sin embargo, se pudieron evitar posibles hambrunas asociadas a la sequía en cuatro países de la región del Gran Cuerno de África gracias a un esfuerzo internacional concertado para actuar de forma temprana que dio prioridad a ayudar a las comunidades rurales a enfrentar las situaciones adversas antes de que desembocaran en crisis alimentarias.
Paulsen advirtió que el tiempo está corriendo. El período de escasez que acaba de empezar se caracteriza por las limitadas oportunidades de pastoreo disponibles para las familias de pastores y hará necesario apoyo nutricional y veterinario para el ganado. Las familias que dependen de los cultivos, por su parte, deberán tener semillas y otros suministros para ponerse a trabajar inmediatamente cuando empiece la principal temporada de siembra, conocida como Gu, en marzo.
Soluciones duraderas
Al permitir que las personas se queden en su hogar, sean productivas y conserven sus medios de vida, al mismo tiempo que aumentan su resiliencia, la intervención de la FAO sentaría las bases para la estabilidad y la seguridad alimentaria a más largo plazo.
“Durante años hemos visto que en el Cuerno de África la productividad agrícola de las comunidades rurales se ve mermada por los mismos ciclos de vulnerabilidad y las mismas situaciones adversas. Ha llegado el momento de invertir más para abordar las causas del hambre y fomentar la capacidad de las personas de seguir produciendo incluso cuando se ven afectadas por perturbaciones como la sequía, a fin de que las perturbaciones inevitables no desemboquen inevitablemente en crisis humanitarias”, dijo Chimimba David Phiri, coordinador subregional de la FAO para África Oriental y representante ante la Unión Africana y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas.