Humedales, de los hábitats más amenazados del planeta
El Día Mundial de los Humedales se celebra el 2 de febrero de cada año y tiene como objetivo crear conciencia sobre el papel vital de los humedales para las personas y el planeta. Este día también marca la fecha de la adopción de la Convención de Ramsar sobre los Humedales, que fue el 2 de febrero de 1971, en la ciudad iraní de Ramsar.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señala que los humedales constituyen uno de los ecosistemas más importantes del planeta. Son un refugio para la fauna, filtran la contaminación y son importantes depósitos de carbono.
Una definición amplia de los humedales incluye a ecosistemas como lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos, arrecifes de coral y muchos otros; pero también, sitios artificiales creados por el hombre como estanques de peces o embalses.
Aunque sólo cubren alrededor del 6 por ciento de la superficie terrestre, el 40 por ciento de todas las especies vegetales y animales viven o se reproducen en ellos.
Los humedales también son vitales para el bienestar y la seguridad de los seres humanos. Más de mil millones de personas en todo el mundo dependen de ellos para su subsistencia, aproximadamente una de cada ocho personas en la Tierra.
Sin embargo, también son uno de los hábitats más amenazados de la Tierra. Alrededor del 85 por ciento de los humedales presentes en mil 700 se habían perdido en el año 2000, muchos de ellos drenados para convertirlos en zonas urbanizadas, agrícolas o para otros usos “productivos”. Su desaparición, tres veces más rápida que la de los bosques, supone una amenaza existencial para cientos de miles de especies animales y vegetales.
“Los humedales sanos, que son fundamentales para la mitigación del cambio climático, la adaptación, la biodiversidad y la salud y prosperidad humanas, y dan más de sí en términos de beneficios explicó Leticia Carvalho, coordinadora principal de asuntos marinos y de agua dulce del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Carvalho señaló que para garantizar su prestación de servicios se requiere “su priorización, protección, restauración, mejor gestión y seguimiento”.
Según el Programa de la ONU los humedales, son los grandes olvidados de la crisis climática.
“Almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema, y sólo las turberas almacenan el doble que todos los bosques del mundo. Los ecosistemas de humedales interiores también absorben el exceso de agua y ayudan a prevenir las inundaciones y las sequías, lo que se considera fundamental para ayudar a las comunidades a adaptarse a un clima cambiante”.
Por todo ello, Carvalho afirmó que una de las prioridades del organismo es la protección de los humedales.
Por último, los humedales también son un aliado clave en nuestra lucha por detener la pérdida de biodiversidad. Más de 140 mil especies descritas -entre ellas el 55% de todos los peces- dependen de los hábitats de agua dulce para su supervivencia. Las especies de agua dulce son importantes para los ecosistemas locales, proporcionan fuentes de alimentos e ingresos a los seres humanos y son clave para el control de las inundaciones y la erosión.