Mercado orgánico mundial alcanzó 120 mil millones de euros
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En plena pandemia por Covid-19 registra su mayor crecimiento
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Países de Europa y EU los principales consumidores
En un contexto de la pandemia, el mercado mundial de alimentos orgánicos siguió creciendo y en 2020 observó su mayor aumento histórico al superar los 120,000 millones de euros, de acuerdo con el informe El mundo de la agricultura orgánica, publicado por el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL, por sus siglas en inglés) e IFOAM –Organics International.
Los países desarrollados continuaron siendo los que más demandaron estos alimentos. Estados Unidos es el mercado líder en consumo orgánico con 49,500 millones de euros, seguido de Alemania con 15,000 millones de euros y Francia, 12.700 millones de euros.
En 2020, muchos mercados importantes mostraron tasas de crecimiento “extraordinariamente fuertes”. En Alemania, por ejemplo, creció más del 22 por ciento; los suizos gastaron más en alimentos orgánicos (418 euros per cápita en 2020), y Dinamarca conservó la mayor participación en el mercado orgánico, con 13 por ciento de su mercado total de alimentos.
El documento puntualiza que además de las ventas minoristas, las tierras agrícolas orgánicas y los productores también mostraron crecimiento en todo el mundo, según datos recabados en 190 países.
De acuerdo con el anuario, en 2020 en todo el orbe se reportaron 3.4 millones de productores orgánicos, que significó un aumento del 7.6% en comparación con 2019. India siguió siendo el país con más productores orgánicos, con 1.6 millones.
Además, puntualiza, casi 75 millones de hectáreas se manejaron en forma orgánica para finales de 2020, lo que representa un crecimiento del 4.1 por ciento o 3 millones de hectáreas en comparación con 2019. Australia observó la mayor superficie agrícola orgánica (35.7 millones de hectáreas), seguida de Argentina (4.5 millones de hectáreas) y Uruguay. (2.7 millones de hectáreas).
El documento remarca que el área orgánica aumentó en todos los continentes en 2020. La mitad de la tierra agrícola orgánica mundial se ubicó en Oceanía (35.9 millones de hectáreas. Europa tenía la segunda mayor superficie (17.1 millones de hectáreas), seguida de América Latina (9.9 millones de hectáreas).
Cabe destacar que en el caso de América Latina y el Caribe se registraron más de 270,000 productores orgánicos en el año 2020. Los países con más productores orgánicos fueron Perú (más de 107,000), seguido de México que reporta 45,954 productores, quienes cultivan 215 mil 234 hectáreas.
El territorio mexicano es una de las naciones con mayor superficie de recolección silvestre orgánica con casi 1.9 millones de hectáreas; Bolivia registra casi 578,000 hectáreas, y Perú, 217,000 hectáreas.
Otro dato que llama la atención del informe es que en 18 países, 10 por ciento o más de las tierras de cultivo son orgánicas. En 2020, 1.6 % de las tierras agrícolas del mundo estaban bajo sistemas orgánicos. Sin embargo, algunos países tienen proporciones mucho más altas, por ejemplo, Liechtenstein tuvo la mayor proporción respecto del total de sus tierras agrícolas (41.6 por ciento), seguido de Austria (26.5 por ciento) y Estonia (22.4 por ciento).
La publicación del FiBL e IFOAM indica que la pandemia global de Covid-19 resultó en un aumento significativo de la demanda de productos orgánicos en muchos países, pero también hubo desafíos, por ejemplo: los efectos de ésta son visibles en los datos de ventas minoristas. A medida que las personas se quedaron en casa y comenzaron a cocinar con más frecuencia y rubros como la salud, el medio ambiente y el cambio climático se consideraron como grandes problemas, la demanda orgánica minorista aumentó rápidamente.
Al darse a conocer la publicación, el director de Investigación, Extensión e Innovación de FiBL Suiza, Knut Schmidtke, expresó: “la agricultura orgánica asegura nuestro futuro y lo hace en todo el mundo: el anuario subraya la importancia internacional de la agricultura orgánica para una política alimentaria sostenible y adaptada al clima y refleja el deseo de las personas y la confianza en los alimentos producidos orgánicamente”.