Senado modifica ley para que jóvenes de 16 y 17 años puedan laborar en agro

El Senado de la República hizo modificaciones al artículo 176 de la Ley Federal del Trabajo para jóvenes de 16 y 17 años que puedan laborar en actividades agroalimentarias que no pongan en riesgo su seguridad o su salud y accedan a oportunidades de desarrollo, contando con todos los derechos laborales, incluida la seguridad social.
En el dictamen, que fue aprobado con 96 votos, los senadores destacaron que 90 por ciento de niños y jóvenes que laboran en México, lo hacen en actividades no permitidas por la ley, como el trabajo agrícola, ámbito en el que hay “vacíos jurídicos” que incrementan la vulnerabilidad de estos sectores de la población.
Ante este escenario, por unanimidad, el Senado aprobó dicha reforma a la Ley Federal del Trabajo, la cual considera como labores peligrosas o insalubres las actividades agrícolas, forestales, de aserrado, silvícolas, caza y pesca, que impliquen el uso de químicos, manejo de maquinaria y de vehículos pesados.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, recordó que la Ley vigente prohíbe que jóvenes de 15, 16, 17, y hasta antes de cumplir los 18 años, se puedan emplear en labores agrícolas.
Sin embargo, reconoció que en diferentes lugares del país existe un problema de descomposición social, porque los jóvenes, que ya tienen una responsabilidad familiar, “son presa fácil del crimen organizado para ser enganchados y poderlos emplear en la venta de drogas o en actividades ilícitas”.
Ricardo Monreal afirmó que productores y jornaleros están de acuerdo con la reforma, porque de esa manera van a cotizar en el Seguro Social, tendrán empleo y podrán capacitarse para enfrentar los retos propios de su región, en Baja California, Jalisco, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Sinaloa y muchos estados del país que no pueden emplear a jóvenes de 15, 16, 17 y hasta 18 años.
La senadora Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos, Primera, asentó que en México hay alrededor de 3.2 millones de jóvenes de 12 a 17 años que laboran, y seis de cada 10 menores realizan trabajos peligrosos.
Indicó que la seguridad social es un derecho de las personas trabajadoras, por ello, resulta necesario establecer, de manera clara, las actividades que implican algún riesgo para su realización.
A nombre de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, la senadora Blanca Estela Piña Gudiño, consideró que la importancia de esta reforma es que al definir las actividades consideradas como peligrosas, se mejoraría el sistema básico de protección, en sintonía con las pautas y obligaciones internacionales que el país suscribió.
A su vez, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, del PAN, subrayó que este proyecto es un primer paso para dar certidumbre jurídica a los jornaleros; sin embargo, aún hay mucho por legislar en materia de derechos laborales.
El senador Clemente Castañeda Hoeflich, de Movimiento Ciudadano, aseguró que cuatro años después de que se presentó esta propuesta, hoy tenemos la oportunidad de beneficiar a miles de jóvenes que trabajan en el campo mexicano.
La senadora Beatriz Paredes Rangel, de la bancada del PRI, dijo que se trata de una legislación de “vanguardia”, que permitirá que se reconozcan las características de la economía familiar campesina y cómo la colaboración de adolescentes en los trabajos agrícolas a veces forma parte del proceso de enseñanza y aprendizaje, “no de la explotación”.
Por su parte, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) se congratuló por la aprobación de dicha reforma que permitirá que las y los jóvenes de 16 y 17 años puedan laborar en las actividades del sector agroalimentario, lo cual no podían hacer hasta hoy, pues se les consideraba labores peligrosas.
Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA, consideró un acierto que se conceda a los jóvenes la oportunidad de participar en actividades agropecuarias, pues hay muchos trabajos que pueden desempeñar sin poner en riesgo su seguridad o su salud.
Añadió que la modificación a la Ley Federal del Trabajo permitirá generar oportunidades para la juventud que habita el medio rural y atender el relevo generacional en el campo, sin ignorar que, en los hechos, muchos jóvenes ya apoyan la economía familiar con su trabajo en actividades no riesgosas.