99% de la población mundial respiramos aire contaminado
El 99 por ciento de la población mundial respira un aire que supera los límites de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y pone en peligro nuestra salud, según los resultados de la actualización 2022 de su base de datos sobre la calidad del aire.
Estos resultados han llevado a la OMS a subrayar la importancia de frenar el uso de combustibles fósiles y tomar otras medidas tangibles para reducir los niveles de contaminación atmosférica.
La actualización de 2022, presentada en vísperas del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, introduce por primera vez mediciones en tierra de las concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante urbano común y precursor de las partículas y el ozono. También incluye mediciones de partículas con diámetros iguales o inferiores a 10 μm (PM10) o 2.5 μm (PM 2.5). Ambos grupos de contaminantes se originan principalmente en las actividades humanas relacionadas con la combustión de combustibles fósiles.
Del aire a nuestros pulmones, de ahí a nuestra sangre
Mientras tanto, la base de datos sobre el daño que la contaminación atmosférica provoca en el cuerpo humano ha crecido rápidamente y apunta a un daño significativo causado incluso por niveles bajos de muchos contaminantes atmosféricos.
Las partículas, especialmente las PM 2.5, son capaces de penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo, causando impactos cardiovasculares, cerebrovasculares (ictus) y respiratorios. Cada vez hay más pruebas de que las partículas afectan a otros órganos y causan también otras enfermedades.
El dióxido de nitrógeno (NO2) se asocia a enfermedades respiratorias, sobre todo al asma, lo que provoca síntomas respiratorios (como tos, sibilancias o dificultad para respirar), ingresos hospitalarios y visitas a los servicios de urgencias.
La Organización Mundial de la Salud revisó el año pasado sus directrices sobre la calidad del aire, haciéndolas más estrictas en un esfuerzo por ayudar a los países a evaluar mejor la salubridad de su propio aire.
“Los problemas energéticos actuales ponen de manifiesto la importancia de acelerar la transición a sistemas energéticos más limpios y saludables”, dijo el director general de la organización al darse a conocer los resultados de la actualización de la citada base de datos.
“Los elevados precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y la urgencia de hacer frente al doble reto sanitario que suponen la contaminación atmosférica y el cambio climático, ponen de manifiesto la urgente necesidad de avanzar más rápidamente hacia un mundo mucho menos dependiente de los combustibles fósiles”, aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Medidas que pueden adoptar los gobiernos
Varios gobiernos están tomando medidas para mejorar la calidad del aire, pero la agencia de la ONU pide que se intensifiquen rápidamente las acciones para:
- Adoptar o revisar y aplicar las normas nacionales de calidad del aire de acuerdo con las últimas directrices sobre la calidad del aire.
- Vigilar la calidad del aire e identificar las fuentes de contaminación atmosférica.
- Apoyar la transición al uso exclusivo de energía limpia en los hogares para cocinar, calentar y alumbrar.
- Construir sistemas de transporte público seguros y asequibles, así como redes para peatones y ciclistas.
- Aplicar normas más estrictas sobre las emisiones y la eficiencia de los vehículos, y hacer obligatorias las inspecciones y el mantenimiento.
- Invertir en viviendas y en la generación de energía eficiente.
- Mejorar la gestión de los residuos industriales y municipales.
- Reducir la incineración de residuos agrícolas, los incendios forestales y determinadas actividades agroforestales (por ejemplo, la producción de carbón vegetal).
- Incluir la contaminación atmosférica en los planes de estudio de los profesionales de la salud y proporcionar herramientas para que el sector sanitario se comprometa.
“Después de haber sobrevivido a una pandemia, es inaceptable que sigan existiendo siete millones de muertes evitables e innumerables años de buena salud prevenibles debido a la contaminación del aire. Eso es lo que decimos cuando examinamos la montaña de datos, pruebas y soluciones disponibles sobre la contaminación atmosférica. Sin embargo, se siguen haciendo demasiadas inversiones en un medio ambiente contaminado en lugar de en aire limpio y saludable”, dijo la doctora Maria Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.