Durante un congreso celebrado en Viena en 1929, la Organización Mundial de Protección Animal declaró el 4 de octubre como Día Mundial de los Animales. El objetivo principal era generar una solución al problema de las especies en peligro de extinción.
También con esta conmemoración se recuerda a San Francisco de Asís, conocido como el santo o patrono de los animales, quien nació en 1182 en Italia y dejó como enseñanza a la humanidad que debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que el bienestar de nosotros está integrado al bienestar de todos los animales y el medio ambiente.
México es un país megadiverso, es el quinto país con mayor riqueza de especies; entre el 10% y 12% de las especies del planeta se encuentran en nuestro territorio. Además, ocupamos el primer lugar en el mundo en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios.
La riqueza en fauna con la que contamos es una gran responsabilidad hacia nuestra sociedad y hacia el planeta, porque el bienestar de las actuales y futuras generaciones depende de la preservación y el respeto hacia los animales y los ecosistemas.
En México, el Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER), que se creó en 2007, contempla entre las especies que requieren atención especial, a la ballena azul y jorobada, el berrendo, el bisonte, el jaguar, el lobo mexicano, la vaquita marina, el ajolote mexicano, el águila real, las guacamayas verde y roja, y varias clases de tortugas.
