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Hallan Plaguicidas Altamente Peligrosos en 5 cultivos de Hopelchén, Campeche

Cinco cultivos agrícolas, chile, papaya, sandía, tomate y maíz, cosechados en Hopelchén, Campeche en el 2022, contienen Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP), clasificados como cancerígenos, mutagénicos, tóxicos para abejas y otros polinizadores y que algunos de ellos han sido prohibidos o regulados por otros países.

Así lo expusieron diversos grupos y organizaciones sociales integradas por campesinos, apicultores, cooperativas y comunidades de la Península de Yucatán, Chiapas y Veracruz, así como asociaciones civiles y expertos, en una misiva enviada a legisladores para manifestarse a favor de la creación de un Programa nacional de prohibición progresiva de PAP y fomento a bioinsumos, contenidos en Dictamen con Proyecto de Decreto por el que se reforma la Ley General de Salud.

En el documento se expone que según resultados preliminares de un análisis realizado por el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco A.C. (CIATEJ) Subsede Noreste, los cinco productos agrícolas mencionados que son cosechados en Hopelchén muestran la presencia de 32 residuos de plaguicidas de diferentes familias principalmente neonicotinoides y organofosforados, de los cuales 17 residuos, es decir 53%, son PAP.

El estudio detalla que los dos productos más contaminados son el chile y la papaya, dado que se encontraron hasta 16 residuos en una sola muestra de papaya. Sólo para estos dos productos se incumplen los límites máximos de residuos para 10 plaguicidas establecidos por la Unión Europea.

La carta va dirigida a diversos senadores, entre ellos Lilia Margarita Valdéz Martínez, presidenta de la Comisión de Salud en el Senado de la LXV Legislatura y a Rafael Espino de la Peña
presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, y expresa, “el apoyo a las propuestas de reformas de la Ley General de Salud para fomentar bioinsumos y sistemas agroecológicos y establecer un programa nacional de restricción y prohibición progresiva y gradual de plaguicidas altamente peligrosos que plantea el dictamen conjunto de las Comisiones Unidas de Salud y Estudios Legislativos, Segunda, presentado en la Reunión Extraordinaria del Senado el pasado 29 de septiembre de 2022”.

Argumenta que el uso de los plaguicidas, sobre todo aquellos considerados como PAP son una de las causas principales de la contaminación y pérdida de suelos, selvas y bosques, así como de cuerpos de agua y daños en la salud humana y abejas., en nuestro territorio.

Puntualiza que, ”en la Península de Yucatán es cada vez más frecuente encontrar casos de pérdida de colmenas, incluso apiarios completos, como consecuencia de la intoxicación aguda de abejas por plaguicidas. Como botón de muestra está la muerte de cientos de colmenas en la comunidad de Candelaria del municipio de José María Morelos en Quintana Roo, donde a inicios de este año 2022 se perdieron apiarios hasta a 5 kilómetros de distancia de una parcela de producción de chile habanero que fue fumigadas con varios plaguicidas altamente peligrosos”.

Asimismo, agrega, es muy común observar la disminución paulatina de las poblaciones de abejas en apiarios ubicados alrededor de áreas agrícolas y ganaderas con alto uso de plaguicidas, como consecuencia de  intoxicaciones crónicas que las debilitan, las desorientan y las enferman. Entre los efectos subletales de una exposición crónica de insecticidas como el paratión, está la incapacidad entre las abejas de comunicar la fuente de alimentos.

Esta situación –precisa– se presenta principalmente en los municipios de Tizimín, Calotmul, Tzucacab en Yucatán, Hopelchén en Campeche, José María Morelos y Bacalar en Quintana Roo. Es especialmente grave alrededor de cultivos de chile, papaya, sandía, jitomate, pepino, sorgo, maíz y soya.

La muerte de abejas en la Península de Yucatán es también una señal del grave riesgo en el que las y los consumidores vivimos. Ahora bien, debido a que los plaguicidas son intrínsecamente tóxicos, y muchos de ellos de alta persistencia y bioacumulación, su aplicación deliberada permite que se propague en el medio ambiente de manera incontrolada hasta llegar a zonas donde la producción de alimentos orgánicos y la agricultura campesina resultan severamente afectadas, generando afectaciones económicas y sociales a estos productores, pero, sobre todo, de salud a los consumidores finales al ingerir productos contaminados por plaguicidas”.

Quienes signan el texto citan que el estudio realizado por el doctor Jaime Rendón y Ricardo Dzul-Caamal, “documentaron la presencia de residuos de glifosato en aguas subterráneas, agua potable embotellada y orina de agricultores de subsistencia de diversas localidades del municipio de Hopelchén en Campeche. Concluyeron que las concentraciones de glifosato en aguas subterráneas y agua potable embotellada indican un uso excesivo de glifosato y una fuente muy importante de exposición en estas comunidades agrícolas. Señalan de manera contundente que la presencia de glifosato en la orina, incluso en bajas concentraciones, pone en riesgo la salud humana, por lo que el impacto potencial de este plaguicida debe considerarse a una escala más integral”.

Recuerda que la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, presentó en 2017 un informe en colaboración con el Relator Especial sobre las implicaciones para los derechos humanos de la gestión y eliminación ecológicamente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos6, en el que se describen los efectos por el abuso en el uso de plaguicidas y demás agroquímicos. En dicho reporte se expone que el uso de plaguicidas y demás agroquímicos en la industria de la agricultura, genera impactos no justificables en perjuicio de los derechos a la salud, medio ambiente y seguridad de los alimentos sanos de las generaciones presentes y futuras. Concluye categóricamente que la dependencia a los agroquímicos en la agricultura ya no es un argumento válido que pueda estar por encima de los derechos humanos de las personas, cuando se tienen otras alternativas para atender la demanda de alimentos”.

Algunos de los firmantes son Agua y conciencia A.C., Tizimín, Yucatán
Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán Kaabnalo ́on
Agrupación de Apicultores de Pocoboch, Calotmul, Yucatán
Asociación Estatal de Padres de Familia de Yucatan, A.C.Asociación ganadera local especializada en Apicultura y Meliponicultura en Tizimín, Yucatán Asociación ganadera local de Calotmul, Yucatán
Asociación Mexicana de Transformación Rural y Urbana (AMEXTRA) A.C., Chiapas
Casa Savia, Yucatán
Centro de Derechos Indígenas (CEDIAC) A.C. Misión Bachajón, Chiapas
Cha’an Ch’íich’: Con Ciencia Infantil, Espita, Yucatán
Chen kab de Kinchil, Yucatán
Chun Jabin de Xanaba, Yucatán
Colectivo de Atención Comunitaria U Yutzil Kaaj, Yucatán
Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, Hopelchén.

 

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