El gobierno mexicano no cederá a presiones de EU y firmas extranjeras en tema de maíz transgénico y glifosato: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el gobierno federal no cederá a presiones Estados Unidos y empresas extranjeras para permitir la entrada de maíz amarillo a México y reiteró que en el caso del glifosato la propuesta su gobierno impulsa, “es que se vaya eliminando este herbicida porque, en efecto, está demostrado que daña a la salud”.
Sobre la importación de maíz amarillo a México –que este año sumarán 17.4 millones de toneladas–, el primer mandatario expuso que los senadores estadounidense están presionando en su país, “nada más que, con todo respeto, las políticas de México las decidimos en México, nosotros no vamos a Estados Unidos a decirles qué van a consumir, no vamos a decirles: Oiga, ya no consuman hamburguesas, son mejores las tortas”.
En conferencia de prensa matutina, López Obrador reconoció que “sí hay presiones de las empresas extranjeras, de los gobiernos extranjeros, lo vemos con el maíz transgénico, que quisieran que se permitiera la entrada del maíz amarillo con posibilidades de que sea maíz transgénico para el consumo humano, y eso no. Para consumo humano maíz blanco, y estamos viendo lo del maíz amarillo, puede ser para forraje; para consumo humano, no”.
Y remachó:
No vamos a aceptar el maíz amarillo, de una vez que se sepa”.
El mandatario reiteró que en el país está prohibido el uso de maíz transgénico porque se prioriza la salud del pueblo. Además, refrendó el compromiso de defender la soberanía nacional.
Sobre el glifosato abundó en que se ha limitado su uso, “pero no lo podemos cancelar así, de manera tajante, porque necesitamos una opción, una alternativa. En eso estamos, pero en todo caso se pone por delante la salud. Entonces, este asunto todavía no está concluido”.
Puntualizó que es “una situación especial, no sólo de carácter mercantil o de predominio económico en donde sólo está de por medio el lucro, es que este herbicida permite la limpia de las plantas, de los árboles, el quitar la hierba y no se tiene todavía una opción alternativa, vamos a decir, un producto natural, biológico, que ayude a aligerar y abaratar este procedimiento productivo, entonces se acordó que el Conacyt desarrollara un proyecto de investigación”.
Por su parte, el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda, dijo que dejar de usar este herbicida que sirve para controlar las malezas, “afecta principalmente a los pequeños agricultores, esos que trabajan el 60 por ciento de la superficie agrícola, que no tienen las herramientas necesarias, que utilizan estos productos para bajar sus costos y tener mayor rendimiento en sus cultivos”.
En un comunicado señaló que esta industria coincide con el presidente López Obrador en el sentido de que el uso del glifosato no puede cancelarse de manera tajante. Recordó que el glifosato es utilizado en más de 120 países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia y miembros de la Unión Europea.
Insistió en que organismos reguladores como la Agencia Europea de Sustancias Químicas, la ECHA, concluyó en mayo de este año, “que no está justificado clasificar al glifosato como cancerígeno”.
Coincidió con el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, CAADES, Marte Nicolás Vega Román, en señalar que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) debe ofrecer alternativas al uso del glifosato que permitan mantener la producción de los cultivos, tal como lo establece el decreto publicado el 31 de diciembre de 2020, que ordena la reducción gradual del glifosato y su prohibición para enero de 2024.
Ambos insistieron en que: “si se suspende de manera tajante el glifosato las consecuencias serían muy graves: los productores pequeños y medianos ya no tendrían una herramienta eficaz para proteger sus cultivos, se afectaría la producción de granos tan importantes como el maíz, esto incrementaría el precio de la tortilla, además de otros alimentos de origen animal, todo lo cual impactaría el precio de los productos de la canasta básica y, además, se tendría que aumentar la importación de granos básicos para cubrir la demanda del país”.
Cabe mencionar que dichos señalamientos han sido cuestionados por legisladores y organizaciones no gubernamentales que están a favor de eliminar el glifosato y los plaguicidas altamente peligrosos hacia el 2024 y quienes han señalado que son planteamientos alarmistas que buscan solo proteger los intereses económicos de las grandes empresas, sin importar la salud de los agricultores.