Iraq, primer país de Oriente Medio en adherirse a la Convención sobre el agua
Actualmente, Iraq sufre crecientes presiones sociales, económicas y políticas debido a la escasez de agua. La falta de precipitaciones, el aumento de las temperaturas y la reducción del volumen de las aguas no subterráneas han provocado unos niveles de agua extremadamente bajos durante los últimos años.
Unas horas antes del cierre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, Iraq se convirtió en el primer país de Oriente Medio en adherirse a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Agua, que busca garantizar el uso sostenible de los recursos hídricos transfronterizos facilitando la cooperación a más allá de las fronteras.
Las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates son las fuentes más importantes de agua para unos 237 millones de personas en Iraq (43.5 millones), Irán (88 millones), Siria (21 millones) y Turquía.
Las necesidades de agua para el regadío, el suministro de agua potable, la producción hidroeléctrica, combinadas con la disminución de la cantidad de agua y el deterioro de su calidad, plantean difíciles retos de gestión que se ven exacerbados por los efectos del cambio climático.