La sardina que se captura en México no solo se destina al mercado de enlatados para consumo humano directo, sino también a la producción de harina y aceite que tiene demanda en la industria acuícola y pecuaria, donde se usa como alimento para diversas especies acuícolas o pecuarias, que al final llegan a nuestras mesas.
En el periodo 2020-21, la producción nacional de sardina se ubicó en 661 mil 233 toneladas (t), de las cuales Sonora aportó 394 mil 535, seguido de Baja California con 123 mil 698, Sinaloa con 72 mil 696 t y Sinaloa con 68,807, según información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Los pelágicos menores –peces marinos que forman grandes cardúmenes– constituyen la principal pesquería del país al representar 30% del total de la producción pesquera nacional. De esta pesquería ya en la industria se producen 84 millones de latas de sardina de 425 gramos, a través de las seis plantas enlatadoras que existen en el país.
Sonora concentra 80% de la producción nacional de sardina enlatada, unas 50.5 millones de latas y cuenta con doce plantas, de las cuales nueve se dedican a la produccion de harina y aceite de pescado y tres al enlatado, platica a imagenagropecuaria.com el presidente de la delegación de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca) en esa entidad, Regino Angulo.
De acuerdo con el organismo 15% de la producción de sardina se destina a elaboración de conservas y enlatado, 10% para la comercialización en modo fresco-congelado y 75% de la captura se emplea para la reducción de harina o bien a la producción de solubles y aceite de pescado.
La harina de sardina es un producto procesado que supone el pilar alimenticio de numerosas especies de la maricultura (principalmente camarón), acuacultura y la ganadería. Es decir,
sin la producción de harina de pescado procedente de la sardina, sería imposible producir otras especies marinas y terrestres, destinadas al consumo humano”.
La harina de sardina es el alimento del alimento. La sardina tiene dos derivados, uno que va al consumo humano directo, la sardina y el otro es la harina y el aceite, que son fundamentales en la generación de alimento balanceado para animales. Ambas son importantes para la soberanía alimentaria del país, subraya Regino Angulo.
En el caso de Sonora el mercado nacional absorbe 98% de la producción nacional y de harina y aceite de pescado exporta 70% de su producción. “El mercado de harina de pescado esta creciendo, cada vez la población requiere más alimentos y la presión por este insumo es mayor. La limitante es que no podemos ir más lejos de lo que la naturaleza nos pueda dar”.
Perú es el principal productor de harina de pescado y China es el principal comprador y esta relación determina el precio internacional.
En México se capturan especies que se destinan únicamente a la producción de harina y aceite de pescado: Sardina Bocona, Anchoveta, Sardina Piña, Ojotón, Cocinero y Charro. Otras cuaatro son aptas para el enlatado: Sardina Monterrey, Sardina Crinuda, Sardina Japonesa y Macarela.
Industria sustentable
Dado que la industria sardinera de genera 3 mil directos y más de 15 mil indirectos, sólo en el estado de Sonora, y debido a la exigencia de los mercados los productores nacionales buscaron las mejores prácticas en pesquerías, por lo que desde el año 2011 la sardinas de Sonora está certificada por el Marine Stewardship Council (MSC), uno de los más exigente en materia de sustentabilidad en el mundo.
Este tipo de medidas no ha ayudado mucho a mitigar algún tipo de embate comercial y “no tengo conocimiento de un organismo internacional que haya señalado a la industria de la sardina como un posible problema para la ecología”, afirma Regino Angulo.
Por ello, asegura, no visualiza ningún riesgo comercial para esta industria, “estamos en mercados de Estados Unidos, en Sudamérica, en parte de Asia y entrando a Europa con aceite de pescado. Parte esencial para entrar a estos mercados es poder demostrar que estamos siendo respetuosos con el medio ambiente, las famosas etiquetas verdes y tenemos reconocimiento internacional”.
Abunda en que la MSC es una certificación de sustentabibilidad y obliga cuidar el stop, dejar suficiente sardina para conservarla y que la fauna que depende de ella se siga alimentando; exige sistema de gobernanza que pueda comprobar que estamos cumpliendo con lo que decimos, entran planes de manejo, que determinan volúmenes, disponibilidad de las diez especies de pelágicos menores; hay observadores a bordo independientes que apuntan si se siguen los protocolos y todo lo que hacemos en las embarcaciones.
En paralelo, añade, las autoridades mexicanas monitorean nuestros barcos, que no pesquemos fuera de temporada, hay una serie de regulaciones que nos lleva a proteger el entorno. Cada año tenemos de 3,000 a 5,000 viajes de pesca. Existe riesgo de alguna incidencia, pero las contamos con los dedos de las manos, cada vez son menos.
Por último, comenta que el precio de los insumos ha subido, pero tenemos que ser altamente eficientes en los procesos, reducir al máximo consumo de combustibles, manejo de agua cuidadosos y los precios al consumidor se han mantenido y se hace el esfuerzo para éste no se vea afectado.
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Un excelente alimento
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El consumo per cápita de sardina en México es de 4.9 kilos
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Es un producto con un alto contenido proteínico y nutritivo.
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Tiene un alto contenido de Omega 3 con beneficios para el sistema cardiovascular. La proteína de la sardina es de muy fácil digestión y el cuerpo la metaboliza sin problemas.
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Contiene vitaminas B12, B1, A, y C. Es muy rica en calcio y hierro y ayuda a combatir problemas de obesidad y óseos.
