Pemex planea abastecer 100% de demanda de Fertilizantes para el Bienestar en 2024

Para 2023 Pemex abastecerá entre 40% y 60% de los requerimientos del Programa de Fertilizantes para el Bienestar (PFB) y la meta será llegar al 100% en 2024, para suministrar urea a los productores nacionales, que hoy importan este insumo de países como Rusia, Ucrania y China.

La coordinadora nacional del Programa de Fertilizantes para el Bienestar de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Areli Cerón Trejo, indicó que el objetivo del gobierno federal es que del millón de toneladas que requiere dicho programa, 600 mil toneladas sean adquiridas a Pemex este año y el siguiente ir por otras 400 mil.

En entrevista, la también directora general de Suelos y Agua de la Sader, subrayó que durante muchos años la producción de urea en México fue cero y se dependía al 100% del mercado internacional, por lo cual es relevante que se haya recuperado la planta de Coatzacoalcos, Veracruz, y que el Dap (fosfato diamónico) se siga produciendo en Lázaro Cardenas, Michoacán. “Es importante contar con producción nacional para no depender en su totalidad de la importación”, recalcó.

Cabe precisar que en 2022 la producción nacional de fertilizantes fue de 1.6 millones de toneladas, una disminución de 18.5% respecto de 2021 y 27.6% inferior a 2020. El consumo nacional el año pasado registró 6.1 millones de toneladas, cifra 6.9% menor a la de 2021; las importaciones fueron de 4.5 millones de toneladas, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

“Dicho comportamiento, junto con la disminución de las importaciones en 2022 (-1.2%) refleja la baja del consumo, resultado del encarecimiento del insumo, derivado de las limitaciones a la movilización de mercancías a través del Mar Negro, que derivó en incrementos internacionales de precios en energéticos y materias primas…”, señala el organismo en sus Expectativas Agroalimentarias 2023.

Al respecto, Areli Cerón Trejo destacó que en los últimos tres años con la pandemia, hubo estragos en el transporte marítimo, encarecimiento de insumos, lo cual se acentúa por la guerra Rusia-Ucrania, abastecedores de fertilizantes, el precio de éstos subió y un escenario que se planteaba en los medios era que habría una caída en producción y abandono de parcelas por alto costo de insumos.

Empero, afirmó,

el PFB además de contribuir a que se mantuviera la productividad, otra gran aportación que esta teniendo, es que está llegando a los más pequeños y evita que pudieran abandonar sus terrenos de siembra.

Remarcó que como gobierno no podemos dejar que se caiga la productividad y somos testigos de que productores que tenían la necesidad migrar a otras ciudades, porque no tenían la oportunidad de tener empleo en sus lugares de origen, y ahora que reciben el fertilizante, producen sus alimentos y terminan llevando a mercado alimentos como tortillas o tostadas e, incluso, quieren exportar. “Se arraigan en sus lugares de origen y siguen con su actividad productiva”.

Durante la conversación, Areli Cerón aseveró que sí hay evidencia del impacto productivo del PFB, ya que la producción a nivel nacional no disminuyó, sino que incluso tenemos algunos incrementos, “es la prueba más palpable de esto; no tenemos predio a predio, pero sí a nivel nacional”.

Hay aumentos –aseguró– en productividad en Guerrero –en 2019 aumentó en 30 mil toneladas la producción de maíz– o en Tlaxcala, donde en años anteriores había caído la producción de maíz y hoy día esta repuntando y recuperando niveles anteriores; en Puebla tenemos comparativos de municipio de quienes han recibido versus lo que no, anotó sin detallar cifras.

Areli Cerón recordó que a partir del 2020 se tomó el padrón de Producción para el Bienestar, por lo que este año se estará atendiendo a dos millones de productores con un millón de toneladas de fertilizante, lo que abarca 3 millones de hectáreas, de granos básicos, principalmente.

A la fecha, recapituló, suman 187 mil productores atendidos, el suministro es de alrededor del 25% y se han entregado del 10% del fertilizante, en entidades como Yucatán, Campeche, Quinta Roo, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Estado de México, Puebla, Veracruz, Zacatecas, Durango y Sinaloa. En días próximos inicia en Querétaro, Guanajuato, Tlaxcala y Ciudad de México.

El presupuesto del PFB ha crecido en forma exponencial, dado que en 2019 inició con mil 500 millones de pesos (mdp) y hoy suma 16 mil 600 mdp. Sólo de 2022 a 2023 aumentó más del 200%, “lo cual es necesario para poder atender a todas las entidades del país”, expresó la funcionaria federal.

Atenderá a productores de mediana escala

El programa prioriza a productores de granos básicos de alta marginación, de pequeña y mediana escala. Un gran cambio este año es que llega a productores medianos, con más de cinco hectáreas, que suman 300 mil de estados como Nayarit, Zacatecas, Durango y Sinaloa. “Vamos a ver un incremento interesante en el número de beneficiados y ojalá en el impacto de producción”, anticipa Cerón Trejo.

Respecto a la posibilidad de que el programa se extienda a otros cultivos, Areli Cerón comentó que han tocado la puerta cafeticultores, cañeros citricultores y productores de frutales, “hasta el momento solo estamos atendiendo granos básicos; si nos permiten las condiciones más adelante nuestro compromiso es seguir y los estaremos atendiendo”.

Areli Cerón también destacó el impacto del programa en cuestión laboral, ya que para mover un millón de toneladas de fertilizante se requiere movilizar 26 mil tractocamiones –en algunos estados se baja y se pone en camiones más pequeños–, esto implica más de mil jornales, para llevar las unidades de transporte desde las plantas y, además participan más de 3 mil personas en centros de distribución, en diversas labores. Se está detonando trabajo temporal en entidades y en zonas muy alejadas.

Orientación hacia la sustentabilidad 

La coordinadora nacional del PFB anotó que en materia de uso sustentable de fertilizantes químicos hay acompañamiento técnico para el cuidado de recursos, suelos y agua, por lo que se orienta sobre el uso correcto de éstos.

“La sustentabilidad inicia con el uso correcto de fertilizante, hacemos estudio de suelos que permita ver, después de la temporada de siembra, los efectos que se tiene; se invita a gente a no quedar sus parcelas, dejar su rastrojo”.

También, añadió, hay trabajos en el marco de la NOM-077-FITO-2000, que regula los productos orgánicos, reguladores de inoculantes y otros productos que son alternativa para reducir el uso de químicos. El año pasado hubo mil solicitudes de validación para estos productos, se trabaja no solo en evaluación de efectividad biológica, sino en tema de etiquetado con la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios).