Contaminantes ambientales afectan al sistema inmune humano
Infertilidad, cáncer, diabetes, alzhéimer, inclusive mayores afecciones por la Covid-19, se deben a la mezcla de contaminantes químicos artificiales acumulados por el cuerpo humano a lo largo de la vida, destacó el investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, Miquel Porta.
Ante el director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Jorge Zavala Hidalgo, de investigadores y estudiantes, dijo: varios de los contaminantes son inmunomoduladores e inmunodepresores y es algo que la gente no quiere ver; numerosos afectan al sistema inmunitario.
Lo anterior se reafirma con estudios que realizamos sobre la predisposición de las personas a desarrollar la Covid-19, expresó al inaugurar el ciclo de conferencias Panorama actual de las Ciencias Atmosféricas y del Cambio Climático
Al ofrecer la conferencia “Investigación sobre niveles humanos de contaminantes ambientales: ciencia y sociedad”, el especialista detalló que los resultados revelaron que el arsénico, cadmio, mercurio y zinc no pudieron ser asociados con el desarrollo de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Sin embargo, encontraron que aquellas personas que tienen más tendencia al consumo de alimentos procesados y que presentan niveles más altos de talio, rutenio y plomo tuvieron más problemas por la pandemia.
Destacó que esta evidencia se suma a la existente derivada de múltiples estudios que han documentado, desde hace tiempo, los efectos de las partículas menores a 10 y 2.5 micras (PM10 y PM2.5) en el desarrollo de enfermedades como diabetes o cáncer, lo cual se revela en el estudio Climate change and cancer: converging policies, de Paolo Vineis e Inge Huybrechts en la revista Molecular Oncology.
“Las acciones individuales para protegernos de las toxicidades de los plásticos son necesarias pero muy débiles, por lo que necesitamos políticas y regulación para controlarlo, lo cual fue muy evidente cuando ayudamos a una campaña para disminuir el uso de polímeros midiendo plastificantes en la orina”, refirió Porta.
Si bien a lo largo del tiempo se ha logrado combatir los efectos de los contaminantes mediante regulaciones, como la relacionada con el plomo y los clorofluorocarburos, en la actualidad es necesario revisar el uso de parabenos ampliamente utilizados en la conservación de alimentos y los maquillajes; además de los perfluorocarbonos, que si bien son considerados moderadamente tóxicos, al ser altamente persistentes varios de ellos no son eliminados por el cuerpo humano, acumulándose, enfatizó.