Aumenta el polvo atmosférico en América Latina, el Caribe y España
Alrededor de dos mil millones de toneladas de polvo entran en la atmósfera cada año. Gran parte de esto es un proceso natural, pero otra gran parte es el resultado de una mala gestión del agua y la tierra, de acuerdo con Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La OMM realizó un informe anual sobre la incidencia y los peligros de las tormentas de arena y polvo, así como sus repercusiones en la sociedad. Ahí examina cómo el cambio climático puede aumentar los focos de tormentas de estas partículas.
En 2022, se identificaron puntos críticos con concentraciones de polvo significativamente más elevadas en América Central y del Sur, la mayor parte de África Central, España, el Mar Rojo, la Península Arábiga, el Mar Arábigo, la Meseta Iraní, el Golfo de Bengala, Asia Meridional, la Cuenca del Tarim en el noroeste de China y el Océano Atlántico tropical entre África Occidental y el Caribe.
Las tormentas repercuten en el transporte, reducen el rendimiento de las centrales solares y propagan patógenos humanos, todo lo cual afecta negativamente a las economías. La pérdida de nutrientes del suelo cuesta a la agricultura más de ocho mil millones de dólares al año en la región panamericana.
Además, la exposición a las partículas de polvo se ha asociado a efectos adversos para la salud, como infartos de miocardio, mortalidad cardiovascular y cáncer de pulmón.
La agencia declaró que continúa trabajando para aumentar la comprensión de los impactos de este peligro natural y proporcionar información precisa para su mitigación.