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Biofertilizantes reducen pérdida de cosecha por sequía hasta 80%, en Morelos

Necesario programa nacional de biofertilizantes que ayude a reducir efectos del fenómeno

  • -Bioinsumos son una respuesta al grave problema del cambio climático

El uso de biofertilizantes es una oportunidad para hacer frente al problema recurrente de la sequía, dado que con su aplicación, en la región centro del país, se logró disminuir las pérdidas en el cultivo del maíz en un 70-80%, esto frente a la pérdida o siniestro total que alcanzaron las parcelas donde sólo se usaron insumos químicos.

Los fenómenos naturales se intensifican cada vez más y son más severos. En el medio rural los huracanes, heladas, inundaciones y sequías son una constante. En el caso de estas últimas, hoy afectan al 73.6% de los 2,471 municipios del país, de norte a sur; por lo que es necesario emprender acciones de fondo para tener resiliencia frente a estas contigencias climatológicas, que tienden a presentarse con mayor frecuencia.

El experto en temas agrícolas y desarrollo rural, Marcel Morales Ibarra, realizó junto con su equipo, un recorrido por zonas agrícolas de Morelos –entidad en la que 33 de sus 36 municipios padecen sequía severa–, donde se pudo constatar que la sequía “pegó muy fuerte” y se estima que 70% de la cosecha de granos como maíz y sorgo está pérdida.

En este escenario, es urgente emprender acciones de fondo para dar viabilidad a la producción de alimentos en un entorno de cambio climático. Hay algunos “faros” que pueden seguirse. Por ejemplo, el uso de biofertilizantes en Morelos permitió reducir la perdida de cosechas por sequía, ya que donde se aplicaron el rendimiento disminuyó sólo en 20-30%; disminución mínima en comparación con  las parcelas donde sólo se aplicaron fertilizantes químicos, que observaron afectaciones mucho más severas, hasta la pérdida total del cultivo.

“Esto significa que, en una parcela de temporal, en la que se estimaba obtener un rendimiento de entre 8 y 10 toneladas por hectárea, con biofertilizantes se estima un rendimiento del orden de 6 a 7 toneladas; mientras que donde se usaron sólo químicos, en el mejor de los casos, alcanzarán a producir una o dos toneladas”, expresa el también director de la empresa Biofábrica Siglo XXI.

Biofábrica Siglo XXI, conjuntamente con en el municipio de Mazatepec, Morelos, impulsa un programa de Agricultura Regenerativa para disminuir el uso de fertilizantes químicos (30%) y combinarlo con biofertilizantes. En la actualidad, en este programa se tienen sembradas 400 hectáreas de caña y unas 300 de maíz.

Marcel Morales destaca que, al analizar los efectos de los biofertilizantes en la mayor capacidad de resistencia de los cultivos a la sequía, sobresale su efecto en el suelo, ya que permite mejorar la estabilidad de su estructura, incrementando los macro agregados, lo que se traduce en una mayor capacidad de retener humedad (se estima este incremento en el orden del 40%); por otro lado, se tienen efectos en el incremento del sistema radicular, que llega a ser dos o tres veces mayor respecto al uso del fertilizante sintético.

“Gracias a este crecimiento en la raíz –explica–, la planta tiene una mayor superficie y profundidad de exploración y acarreo de humedad.

Los biofertilizantes propician la mayor presencia de microorganismos benéficos, que ayudan a la nutrición, desarrollo y sanidad a la planta”.

“Estos buenos resultados, con el uso de los biofertilizante microbianos en el estado de Morelos, se vienen repitiendo en las diversas regiones agrícolas del país y en los diferentes cultivos durante años. La desafortunada alternancia de sequía e inundación es un aviso más de los riesgos que se intensifican con el calentamiento global. Esto debe llevarnos a pensar en la necesidad de cambiar las prácticas de producción agro alimentaria, mediante el uso de bioinsumos, que no sólo permiten mayores niveles de producción y productividad, sino que representan una respuesta al grave problema del cambio climático. Por lo anterior, es urgente establecer una política pública que fomente prácticas de agricultura regenerativa en el campo mexicano, empezando por un programa nacional de biofertilización”, finalizó Marcel Morales

 

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