Llama Guterres a los líderes mundiales reunidos en la COP28 a la acción
Si bien 2023 aún no ha terminado, un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que será el más cálido jamás registrado, con temperaturas globales que aumentarán 1.4 °C por encima de los niveles preindustriales.
“Estamos viviendo un colapso climático en tiempo real, y el impacto es devastador”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres, en una declaración durante la inauguración de la COP28 que se celebra en Dubái.
Glaciares derritiéndose, nivel del mar aumentando
António Guterres visitó recientemente dos puntos críticos de calentamiento global, la Antártida y Nepal, donde fue testigo de un nivel récord de hielo marino y vió la velocidad del retroceso de los glaciares.
Según el informe de la agencia de meteorología, la extensión máxima de hielo del Mar Antártico durante el año fue asombrosamente un millón de kilómetros cuadrados menos que el mínimo récord anterior, al final del invierno del hemisferio sur.
Los glaciares del oeste de América del Norte y los Alpes europeos también experimentaron una “temporada de derretimiento extremo”.
Debido al continuo calentamiento de los océanos y al derretimiento de los glaciares y las capas de hielo, también se observó un aumento récord del nivel del mar, dijo la OMM.
Mientras tanto, las concentraciones en la atmósfera de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso que atrapan calor alcanzaron un nivel récord el año pasado y continuaron aumentando en 2023.
La agencia destacó que los niveles de dióxido de carbono están un 50% por encima de los de la era preindustrial y que la larga vida útil del gas “significa que las temperaturas seguirán aumentando durante muchos años más”.
“Éstas son más que meras estadísticas”, afirmó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, pidiendo medidas para “limitar los riesgos de un clima cada vez más inhóspito en este siglo y en los próximos”.
Consecuencias devastadoras
Desde el mortífero ciclón Daniel que azotó Libia en septiembre, hasta las devastadoras inundaciones en el Cuerno de África tras cinco temporadas consecutivas de sequía, y una grave contaminación por humo procedente de los incendios forestales de Canadá, el informe de la agencia meteorológica destaca los sombríos efectos de la agitación climática en las vidas, la salud y los medios de subsistencia.
A lo largo del año, las comunidades que sufrieron condiciones climáticas extremas en todo el mundo enfrentaron inseguridad alimentaria y desplazamientos.
“El calor global récord debería provocar escalofríos en los líderes mundiales”, dijo Guterres. “Y debería impulsarles a actuar”.
Seguir la hoja de ruta
El titular de la ONU reiteró su llamado a los países a “triplicar las energías renovables, duplicar la eficiencia energética… y eliminar gradualmente los combustibles fósiles”.
Según la OMM, el año pasado la capacidad de energía renovable creció alrededor de un 10% en todo el mundo, liderada por la energía solar y eólica.
Guterres hizo referencia a la hoja de ruta existente para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C. Ocho años después, instó a los gobiernos a establecer “expectativas claras” para la próxima ronda de planes de acción climática e invertir en su implementación.
Proteger a las personas
La conferencia COP28 será testigo de la primera “evaluación global” de la historia para valorar el progreso colectivo en la reducción de emisiones y la intensificación de los esfuerzos de adaptación y el apoyo a los países en desarrollo más afectados por el calentamiento climático.
António Guterres enfatizó que los países deben “ir más lejos y más rápido para proteger a las personas del caos climático”.
Esto incluye garantizar que todas las personas en la Tierra estén cubiertas por alertas tempranas contra condiciones climáticas extremas para 2027 y poner en funcionamiento un “fondo para pérdidas y daños” para ayudar a los vulnerables más afectados por inundaciones, sequías y otros desastres climáticos con “contribuciones tempranas y generosas” de las naciones más ricas, dijo.
Los países desarrollados deben cumplir la promesa de entregar 100 mil millones de dólares por año en financiamiento climático, que se hizo por primera vez en la COP15 en 2009, y duplicar la cantidad de financiamiento destinado a los esfuerzos de adaptación, insistió.