Con extracto de jitomate reducirán inflamación de la próstata
A partir de un extracto lipídico de jitomate completo en combinación con selenio, un grupo de investigadores del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav pretende combatir el crecimiento de la próstata no canceroso, conocido como hiperplasia prostática benigna (HPB), enfermedad que afecta al 50 por ciento de la población mundial masculina.
La próstata es una glándula masculina ubicada debajo de la vejiga que en su estado sano tiene el tamaño de una nuez, sin embargo, a partir de los 45 años, inicia un crecimiento progresivo que puede ser benigno o maligno; el primero es el más común, se asocia principalmente a hormonas sexuales como la testosterona y se localiza en la zona prostática que rodea por completo la uretra; el segundo, produce cáncer de próstata y su ubicación, en la zona exterior de la glándula, ocasiona síntomas que aparecen cuando el tumor ya está avanzado.
La HPB genera inflamación de próstata con síntomas del tracto urinario inferior que pueden ser obstructivos o irritativos molestos al incrementar la frecuencia urinaria, sensación de vaciado incompleto de la vejiga y, en ocasiones, la micción ocurre por goteo o se presenta sensación de dolor constante a nivel pélvico, provocando una disminución de la calidad de vida del paciente.
La terapia farmacológica más usada para atender el padecimiento tiene como mecanismo de acción inhibir la conversión de testosterona a dihidrotestosterona y reducir la proliferación celular para disminuir las alteraciones urinarias, pero presenta efectos adversos, como disfunción eréctil, ginecomastia (desarrollo de glándulas mamarias), disminución de la libido, reducción de la calidad espermática (baja el volumen de semen, relacionado con la infertilidad), entre otros; al aparecer estas alteraciones, los pacientes abandonan el tratamiento.
“Nuestra propuesta terapéutica administra vía oral el extracto lipídico de jitomate entero con selenio durante 30 días (la combinación equivaldría a consumir tres kilos de la fruta fresca y una dosis del mineral sin efectos tóxicos) que logra disminuir y revertir el crecimiento e inflamación prostática observados en un modelo animal, la cual podría ser una alternativa segura y eficaz para el tratamiento de la HPB” sostuvo David Julián Arias Chávez, miembro del grupo de investigación de Guadalupe Bravo.
“El jitomate o tomate rojo contiene compuestos bioactivos que contribuyen a mejorar la función de la próstata; en estudios previos se demostró que el extracto de este fruto presenta propiedades benéficas y sus principales componentes: licopeno, carotenoides, compuestos fenólicos, vitaminas y minerales tienen una actividad antioxidante, antinflamatoria y antiproliferativa (e indirectamente antiapoptótica, es decir, previene la muerte celular), explicó Arias Chávez.
Los investigadores observaron cómo el extracto de jitomate entero y el selenio combinados presentan un efecto terapeutico superior que el tratamiento farmacológico (finasterida) utilizado para atender la HPB, al disminuir las principales citocinas proinflamatorias (del factor de necrosis tumoral alfa), así como las interleucinas uno y seis, que participan en esas alteraciones; por ello se logra una disminución considerable de la inflamación prostática.
También, comprobaron que su alternativa terapéutica actúa por diferentes mecanismos de acción, con una inhibición del 99 por ciento en el crecimiento prostático en un mes de tratamiento; vieron un aumento en la cantidad de orina excretada (sugiriendo una disminución en la inflamación de la vejiga) y una reducción del tamaño de la próstata, que implicó un efecto antiproliferativo a pesar del estímulo hormonal de la testosterona presente durante el tratamiento.
El estudio probó el fármaco finasterida, como control, el extracto de lipídico de jitomate completo y selenio, todos por separado, notando un efecto positivo en cada uno, pero al combinar el extracto con selenio se presentó un mayor beneficio cuando se midieron las acciones antioxidantes, antiproliferativas y antinflamatorias; además, se produjo un efecto hormonal al disminuir la testosterona, la dihidrotestosterona y el antígeno prostático específico.
Los compuestos del jitomate, presentes en su piel, pulpa y semillas, que contienen el extracto lipídico como el licopeno y otros carotenoides se almacenan en la próstata, donde presentan un efecto antioxidante que secuestran los radicales libres; tiene la capacidad de actuar en el ADN, activando factores de transcripción como el Nrf2 cuyo papel es clave en el funcionamiento del sistema antioxidante; y disminuye los factores de crecimiento relacionados con la proliferación celular, así como con la producción de citocinas proinflamatorias, motivando una reducción de la inflamación.
Los resultados del estudio se publicaron en el World Journal of Urology y en Journal of Cellular and Molecular Medicine. Además, la combinación sugerida como alternativa terapéutica para atender el crecimiento de la próstata en varones con HPB, se encuentra en proceso de concesión de patente.