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FAO manifiesta su interés en salvaguardar a los camélidos y su papel vital en el desarrollo sostenible

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) manifestó su compromiso de proteger y desarrollar de manera sostenible el sector de los camélidos junto a Bolivia.

Bolivia lideró la iniciativa de promover un Año Internacional de estos animales y fue avalada por la Asamblea General de la ONU en 2017. La nación andina, junto con el Reino de Arabia Saudita, está jugando un papel clave en su implementación. El Año tiene como objetivo crear conciencia sobre el papel integral que juegan los camélidos en la vida de las comunidades indígenas, nativas y campesinas en más de 90 países, particularmente en las regiones desérticas y montañosas.

El director general de la FAO, QU Dongyu, enfatizó la importancia cultural y ambiental de los camélidos reafirmando la necesidad de salvaguardar estas especies y los ecosistemas que habitan.

“Durante 2024, hemos estado trabajando juntos para crear conciencia sobre el potencial de los camélidos y aumentar la inversión en investigación y extensión para desarrollar el sector de los camélidos. Es fundamental que sigamos trabajando juntos más allá de 2024 para desarrollar de manera sostenible el sector de los camélidos, ya que tiene un potencial sin explotar para ayudar a impulsar los esfuerzos mundiales para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS”, afirmó.

El papel crucial de los camélidos en el altiplano andino

La incidencia de Bolivia se alinea estrechamente con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) clave, centrándose en la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, la igualdad de género, la gestión del agua y la acción climática.

En América del Sur, en particular, los camélidos, como las llamas, las alpacas, las vicuñas y los guanacos, han sido esenciales para las comunidades durante milenios, aportando no sólo recursos económicos sino también valor cultural y simbólico. Los camélidos sudamericanos son parte integral de las estrategias nacionales para reducir la inseguridad alimentaria, la desnutrición y la pobreza rural. 200,000 familias crían y manejan estos animales en las tierras altas de los Andes. En Bolivia, por ejemplo, las llamas son una fuente vital de carne y lana. A pesar del alto valor de muchos productos, el sector enfrenta desafíos sociales y económicos.

La iniciativa de Bolivia se centra en la gestión sostenible de las especies de camélidos, que son cruciales en zonas con riesgo de desertificación y deterioro ambiental. Los camélidos están bien adaptados a estos frágiles ecosistemas, con bajo impacto ambiental y pastoreo eficiente. Sin embargo, enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el cambio climático. La Reunión Regional tuvo como objetivo abordar estos desafíos con soluciones innovadoras y estrategias de colaboración.

La FAO ha trabajado de diversas maneras para apoyar la producción y la gestión de los camélidos en todo el mundo. En Bolivia, por ejemplo, la Organización ha trabajado con el gobierno y las comunidades locales para promover la gestión sostenible y equitativa de la fibra de alpaca.

Al promover la gestión sostenible de estos animales, la FAO contribuye a conservar estos ecosistemas y a proteger los medios de vida de quienes dependen de ellos. La labor de la FAO con los camélidos es un componente clave de sus esfuerzos más amplios por promover la gestión sostenible del ganado y el desarrollo rural.

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