Desarrollan investigadores recubrimientos comestibles para industria alimentaria
Con el fin de mejorar las propiedades nutricionales y funcionales de los alimentos, investigadores del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez, están llevando a cabo un innovador proyecto para desarrollar películas y recubrimientos comestibles activos que incorporan probióticos microencapsulados y nanopartículas.
Este avance tiene aplicaciones potenciales en la industria alimentaria, enfocándose en prolongar la vida útil de los productos y enriquecerlos con compuestos bioactivos.
Miguel Abud-Archila, docente e investigador principal del proyecto y responsable del laboratorio de investigación en alimentos en el IT Tuxtla Gutiérrez, señaló que desde 2018 el grupo de investigación ha estado trabajando en la creación de estos recubrimientos comestibles, que han generado importantes resultados científicos y tecnológicos.
Uno de los primeros estudios destacados, publicado en 2018, evaluó el uso de un recubrimiento comestible obtenido de proteína y goma de Cajanus cajan (frijol de la India), aplicado a fresas (Fragaria spp.), con resultados positivos en la conservación del fruto.
Recientemente, el equipo de investigación también completó un proyecto en colaboración con estudiantes de diversas áreas académicas, como servicio social, residencia profesional y tesistas de licenciatura y doctorado. Este proyecto se centró en el desarrollo de recubrimientos a base de alginato de sodio extraído de Sargassum fluitans (una especie de alga marina) aplicados a papayas (Carica papaya L.) frescas y osmodeshidratadas. El objetivo fue prolongar la vida útil de este fruto tropical, y los resultados de este estudio fueron publicados recientemente en la revista Food Measure.
Las películas y recubrimientos comestibles han demostrado ser efectivos en la mejora de la vida útil de alimentos frescos y semiprocesados. Además de su función de conservación, estos recubrimientos tienen la capacidad de incorporar compuestos activos como antioxidantes, vitaminas, antimicrobianos y microorganismos benéficos, como los probióticos. En este sentido, pueden mejorar las propiedades nutrimentales de los alimentos, al mismo tiempo que actúan como una barrera protectora.
Existen importantes ventajas al usar estos recubrimientos comestibles en comparación con las películas no comestibles. Una de ellas es su rápida degradación, lo que hace que sean más amigables con el medio ambiente.
Además, su formulación es flexible y permite la inclusión de una variedad de compuestos bioactivos que enriquecen el alimento de manera natural y saludable.
