Agronegocios

Afecta crisis automotriz precio de hule natural

Sumado a estos problemas estructurales, la crisis económica que hoy impacta al sector automotriz, que absorbe 80 por ciento de la producción de hule natural para la elaboración de llantas, castiga el precio de este insumo, que llegó a ubicarse el año pasado en 3 mil dólares por tonelada y cayó a mil dólares; los huleros prevén una reducción adicional. Un asunto de oferta y demanda.

En un recorrido relámpago por el campo experimental El Palmar, del INIFAP, productores e investigadores hablan sobre la oportunidad que representa la plantación de hule natural para el trópico húmedo, de su rentabilidad, de sus oportunidades como negocio, pero también de los problemas que por más de 20 años viene sorteando.

Elías Ortiz Cervantes, investigador del INIFAP, quien tiene 25 años de experiencia en el tema del hule, destaca que por ahora el precio internacional bajó, sin embargo, considera que es el momento de establecer plantaciones, ya que la mayoría son viejas y en cinco años, cuando se recupere el precio en el mercado internacional, estarán en fase productiva. Pero, lógico, “cuando cae el precio la gente ya no siembra”.

El mercado de hule está asegurado, es un gran negocio, incluso tenemos más plantas beneficiadoras que plantaciones de hule, remarca el experto.

Sin embargo, pese a planes y programas que se han diseñado para el cultivo del hule, en México sólo se han establecido 26 hectáreas, donde se producen 12 mil toneladas de hule seco, pero el potencial es de 500 mil has. El cultivo en territorio mexicano inició en 1882, pero ha crecido muy lento y en los últimos diez años se ha mantenido estable.

Al desarrollar estas plantaciones se podrían reducir las 90 mil toneladas de hule que hoy importamos de Guatemala, Indonesia y Malasia, “imagínese la cantidad de divisas que se van del país”, subraya el Elías Ortiz.

El investigador explica que en una ha de este cultivo se obtienen 30 mil pesos por año, por lo que descontando costos de producción, el ingreso neto para el productor es de 15 mil pesos por hectárea.

Problemas por estructura de la tierra

Sobre las limitantes de por qué no se han desarrollado en nuestro país las plantaciones de hule, expone que falta apoyo a la investigación, además de que con la estructura en la tenencia de la tierra que hay en México es muy difícil, ya que en promedio cada productor tiene 3 has.

Es muy complicado para que un desarrollo crezca en nuestro país, si tuviéramos grandes propiedades como en Brasil, Malasia o Indonesia, posiblemente con 500 o mil has sería más fácil desarrollarlas. Aunque, matiza, en este último país existen grandes fincas y pequeños propietarios de media o un cuarto de hectárea.

-¿Sería viable el cultivo en México con esa estructura de la tierra? Se le pregunta.

-Es muy complicado, seguir manejando tres o cuatro hectáreas que tienen, es difícil pensar en grandes fincas; hay unas fincas grandes en Tabasco, donde hay una empresa que se llama Forestales Mexicanos que ya tienen mil hectáreas compactas.

En el cultivo del hule hay cerca de cinco mil productores, ubicados en Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, pero también se podría desarrollar algo en Campeche y Puebla.

Para que un árbol de hule entre en producción deben pasar de cinco a siete años. Uno de los problemas por lo que la gente no se anima a entrar a este cultivo es el ingreso durante el tiempo que tarda en producir, pero Ortiz Cervantes señala que se puede intercalar cultivos anuales como maíz, frijol, piña, ajonjolí o palma camedor o heliconias, así “en el tiempo que pueda caer el precio del hule, el productor puede tener ingreso”.

La final de la vida útil de la plantación, que es de 35 a 40 años, y a su término la madera, que es de muy buena calidad, puede generar más de 100 mil pesos adicionales, apunta el investigador de INIFAP.

Elías Ortiz recuerda que antes la Alianza para el Campo daba recursos para establecimiento, mantenimiento y apoyos para exportación de plantaciones, pero en la actualidad están un poco restringidos los apoyos.

Reconoce que Conafor está apoyando para establecimiento y el programa de Activos productivos de la Sagarpa para la producción de planta. Sin embargo, necesitamos alguien que financie como antes cuando hubo un fideicomiso del hule.

“En el caso del INIFAP –continúa– hemos generado la mayor parte de las variedades que se utilizan en el país, pero nos hace falta apoyo, porque estamos trabajando, a veces, con el mínimo de recursos. He propuesto que con el programa que hemos generado nos financien para venderles plantas mejoradas para establecer bancos clonales a los productores y que ellos desarrollen mayor rendimiento en un futuro”.

Comenta que en época de buenos precios, productores de caña de Veracruz se acercaron y demandaban planta para 300 has, pero sólo se sembraron 50 has, debido a que no tenemos la cantidad de plantas que requerían.

Por eso remarca que se necesita más financiamiento y a lo mejor dar más apoyo a los inversionistas, porque con los pequeños productores es muy difícil trabajar y las plantaciones a veces se quedan abandonadas.

Picadores

La labor de pica se realiza desde las 4 o 5 de la mañana. Los picadores hacen un corte de dos milímetros alrededor de la corteza de tal manera que el látex baje hacia una vasija que se fija en el árbol, donde se va colectando. Se pueden cosechar hasta cien kilos por cada corte y utilizarlo para producir coagulo o látex centrifugado.

Martín López Jiménez, de origen oaxaqueño, quien es picador de hule desde hace 35 años, nos comenta que el pago por este trabajo es de 100 pesos por 8 horas, aunque en el campo experimental de INIFAP le pagan 90 pesos.

Expresa que aprender a picar cuesta un poco al principio, pero después se toma velocidad, aunque considera que no es valorado.

Respeco a porqué no ha crecido este cultivo en las comunidades dice que falta conocimiento en los medios, que se de más a conocer a los productores, además faltan técnicos para capacitar a los interesados.

Sobre el nuevo programa del sur sureste que impulsa la Sagarpa y que pretende fomentar el cultivo del hule, entre otrops cultivos, un técnico de este campo experimental muestra sus reservas y lamenta: “llevamos 20 años y seguimos en lo mismo”.

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