Agronegocios

Necesario incrementar eficacia y reducir contaminación en producción ganadera: FAO

Para 2050 se prevé un aumento del consumo de carne en el mundo del 73 por ciento y en el consumo de productos lácteos del 58 por ciento, con respecto a los niveles actuales, pero en las condiciones actuales no hay alternativas técnicas ni económicas viables de producción pecuaria intensiva para satisfacerlas.

De acuerdo con el Informe sobre sistemas pecuarios de 2011, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la única forma de satisfacer la demanda es aumentar la eficacia, pero en forma distinta a como se hizo en los últimos 40 años, donde se apostó principalmente a un aumento del número global de animales en cría, que significó más carme, pero también más contaminantes, una mayor extensión de zonas de pastura, mayor consumo de agua y cereales y la generación de más desechos.

El documento destaca que hoy día es difícil imaginar cómo se podría satisfacer la demanda prevista para las próximas tres décadas duplicando la cría de aves de corral, aumentando 80 por ciento la de pequeños rumiantes, 50 por ciento la de bovinos y 40 por ciento la de porcinos. Todo ello tendría que darse con la misma cantidad de recursos naturales que se utilizan en la actualidad.

La FAO detalla que la producción de proteínas de origen animal es motivo de preocupación debido a las repercusiones ambientales que representa su práctica, tales como la contaminación de las aguas subterráneas y las emisiones de gases de efecto invernadero; así como por su potencial patológico; por lo que es urgente reducir los efectos ambientales de la producción intensiva.

El crecimiento demográfico y el aumento de los ingresos están atizando una tendencia hacia un consumo per cápita mayor de proteína animal en los países en desarrollo, principalmente de las regiones de Asía, Centro y Sudamérica.

El texto hace hincapié en que el aumento de la producción tendrá que lograrse mediante el incremento en la eficiencia de los sistemas pecuarios, que permitan convertir los recursos naturales en alimentos de forma más rápida y con menos residuos. Para esto, es necesario invertir capital, dar apoyo normativo y un marco regulatorio adecuado.

Los sistemas de producción intensiva y aquellos que invaden ambientes forestales sin la higiene adecuada, son un caldo de cultivo para nuevas enfermedades pecuarias. La gestión de muchos de esos sistemas es negativa para la salud y el bienestar animal, por ello, es importante poner especial énfasis en la vigilancia de este aspecto, resalta el documento de la FAO.

Añade que no basta con derramar recursos para afrontar las amenazas urgentes de enfermedades de hoy, sino que es necesario financiar la vigilancia de las enfermedades y la investigación epidemiológica a fin de anticipar futuras enfermedades en los países que producen el grueso de los alimentos de origen pecuario.

La transformación de la producción pecuaria para abastecer los volúmenes que serán requeridos en 2050 podría lograrse, expone el documento de FAO, pero es indispensable reducir el nivel de contaminación generado a partir de los residuos y gases de efecto invernadero; disminuir los insumos de agua y cereales necesarios para la producción de proteínas animales; y reciclar los productos agroindustriales secundarios a través de las poblaciones pecuarias.

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