Especial para www.imagenagropecuaria.com desde Nueva York.- La desigualdad entre las zonas rurales y urbanas siguen siendo pronunciadas: Ban Ki-moon
Naciones Unidas, NY.- Los fantasmas de la pobreza, malnutrición y las precarias condiciones de vida, constituyen flagelos anidados en los países en desarrollo que significan uno de los retos más importantes que deben superar las Naciones Unidas en los próximos 15 años, no obstante los resultados obtenidos en este terreno en lo que va del presente siglo, y que son parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que serán presentados en la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas de septiembre, misma en la que se diseñará la agenda post 2015.
En el prólogo del Informe 2015, ODM, que presentará Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, en su mensaje precisa que “el progreso tiende a pasar por alto a las mujeres y a aquellos que se encuentran en los escalones económicos más bajos, o que están en desventaja debido a su edad, discapacidad o etnia. La desigualdad entre las zonas rurales y urbanas siguen siendo pronunciadas”.
De acuerdo a datos del documento, las metas de los ODM se cumplieron y lograron sacar de la pobreza y marginación a más de mil millones de personas en todo el mundo, con lo que se redujo la brecha en este tema, aunque aún quedan 836 millones de seres humanos que sobreviven con menos de 1.25 dólares al día, es decir, en pobreza extrema, y que significan poco menos de la séptima parte de la población mundial.
Resolver esta problemática exige, en opinión de Ban Ki-moon, “una voluntad inquebrantable y un esfuerzo colectivo a largo plazo. Tenemos que enfrentar las raíces de las causas y hacer más por integrar las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible”.
Esa realidad que se vive en estos tiempos, en los que Naciones Unidas cumple 70 años de haberse constituido bajo los principios de alcanzar la paz mundial y la igualdad, justicia y respeto entre hombres y mujeres, así como entre las naciones grandes y pequeñas; 16 mil niños mueren antes de cumplir los cinco años, por causas acreditadas a su condición de pobreza, y la mortandad materna es 14 veces mayor en los países en desarrollo, respecto a las naciones industrializadas.
Las precarias condiciones de vida son una amenaza para la salud de dos mil 400 millones de personas (un tercio de la población mundial) que aún no tienen acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas. Se estima que 946 millones de seres humanos defecan al aire libre, lo que implica serios problemas para las comunidades, por la liberación de bacterias y gérmenes que propician enfermedades gastrointestinales y respiratorias.
A este panorama se suma el que de acuerdo con estimaciones de la ONU, 795 millones de personas sufren de nutrición insuficiente en la actualidad, es decir, una de cada nueve no tiene suficiente ingreso para comer.
En esta problemática inciden factores que aún no es posible superar por las sociedades modernas, como las guerras, inestabilidad política, inseguridad, así como factores antropogénicos como el cambio climático, que obstaculizan el sano desarrollo en la producción de alimentos suficientes y la generación de empleos de calidad.
Algunas proyecciones de la ONU indican que la prevalencia de la inseguridad alimentaria en diversos países aumentará en 32% entre los periodos 1990-1992 y 2014-2016, debido a guerras, descontentos sociales y aumento del éxodo en esas regiones. Esto, sin duda afectará al resto del mundo, pues implica un factor de presión para la economía y los mercados mundiales.
