El potencial es enorme: sirve para fabricar muebles, papel, construir casas, bicicletas o producir biocombustible. Puede contribuir a la sustitución de importaciones de madera por 7 mil mdd.
Para aprovechar el gran potencial que tiene México en bambú, a partir del cual se pueden fabricar muebles, papel, construir casas, bicicletas o producir biocombustible, es necesario vincular la producción primaria con la fase industrial y establecer esquemas de asociación entre productores e industriales.
Con este cultivo México puede sustituir la importación de 7 mil millones de dólares (mdd) por concepto de madera, expresa el experto en bambú Hormilson Cruz Ríos, quien señaló que nuestro país cuenta con unas 7 mil hectáreas de bambúes en Puebla, Veracruz, Chiapas, Sinaloa, Tabasco; y en La Concordia, Sinaloa, hay un proyecto para cultivar 120 hectáreas y también se piensa sembrar en Mexicali, Baja California.
Pese al alto potencial mexicano en bambú para la producción de madera, papel, artesanías, biocombustibles, la industria no ha logrado desarrollarse, y es que nuestro país apenas lleva 20 años con este cultivo, “somos novatos”, mientras Asia “tiene siglos” y produce 16 mil mdd al año en bambú, expone el pionero de bambú en México.
El coordinador general del Tercer Congreso Mexicano del Bambú –que se realizará del 8 al 12 de marzo en Huatusco, Veracruz– indicó que existen mil 200 especies de bambú en el mundo, y en México hay 36 especies nativas.
Hormilson Cruz explicó que solo treinta especies de bambú sirven para hacer proyectos realmente sustentables, pero se debe seleccionar la adecuada para cada objetivo. Por ejemplo, la Guadua, especie “gigante”, se utiliza para la construcción, porque un tallo de un metro en posición vertical soporta hasta 20 toneladas. Otras especies son adecuadas para la producción de madera ingenierizada o pellets para cogeneración de etanol y celulósica.
Respecto a las ventajas que tiene el producir energía con biomasa del bambú respecto a otros insumos, destacó que con este cultivo se puede empezar a generar al tercer año. Además, un kw por hora cuesta 3.5 centavos de dólar; con gas natural, 6.22; con combustibles, 9.69 y con electricidad, 17.32 centavos de dólar.
El experto consideró que el cultivo se consolidará en México cuando se use altos volúmenes de tallos en forma constante y se generen ingresos para toda la cadena, lo cual se logrará con el establecimiento grandes plantaciones ligadas a la fase industrial.
Sembrar una hectárea de bambú requiere de una inversión de 30 mil pesos en México, con lo que se producen 800 tallos por hectárea. Para medir el tamaño del negocio hay que considerar que cada tallo cuesta 15 dólares.
“Los bambúes se pueden hacer masivos en otras opciones de negocios tan diversas que se pueden proyectar desde los 20 mil pesos hasta más de mil 200 millones de dólares. Los bambúes deben enfocarse en proyectos de carácter masivo, para que sean realmente sustentables”, remarcó Hormilson Cruz.
En cuanto al retorno de inversión destacó que es a corto plazo en unos proyectos y a mediano plazo en otros, dependiendo del objetivo industrial. “En plantaciones la TIR está alrededor de 38 por ciento, con una tasa de descuento del 12 por ciento y se recupera en seis o siete años. En proyectos industriales la TIR está alrededor del 45 por ciento, con un retorno a los tres años”.
Por otra parte, comentó que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) apoya con 11 mil 800 pesos por hectárea el cultivo del bambú.
El experto abundó en que México tiene la plantación de bambú establecida comercialmente de la especie Guadua angustifolia, la más grande del mundo en el estado de Chiapas.
Hormilson Cruz proyectó que México puede llegar a ser el número uno en producción de bambú en América Latina y el noveno en el mundo en los próximos años.
