La excepcional riqueza natural en las áreas rurales de México, está siendo desaprovechada por las políticas mexicanas orientadas a explotar el potencial de estos recursos. La razón, es que son políticas limitadas con mínima participación dentro del “presupuesto rural”, según lo informado por el Programa Especial Concurrente (PEC).
Existen proyectos para fomentar el ecoturismo y el turismo rural donde participan las secretarías de Turismo y de Medio Ambiente, sin embargo, son pequeños programas que no cuentan con suficientes recursos, señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En su análisis Estudio de política rural en México la OCDE recomienda dar prioridad a las acciones de explotación de los recursos naturales, culturales y energéticos del país, considerando la construcción de una industria forestal y derivados madereros sólida; dar impulso a la pesca y la acuicultura, así como vincular a las comunidades rurales en el turismo masivo.
El documento indica que México se ha convertido en un destino atractivo para el turismo mundial, prueba de ello es que en 2005, recibió a 21.9 millones de turistas que representaron una captación de ingresos de casi 11 millones 800 mil pesos.
El turismo se ha convertido en la tercera actividad generadora de divisas, únicamente después del petróleo y las remesas enviadas por los mexicanos que viven en el exterior. Sin embargo, la mayoría de los beneficios de esta actividad están concentrados en los destinos de turismo masivo, refiere el estudio.
Asimismo, apunta que los destinos más importantes del turismo masivo de playa en México —Cancún y Los Cabos— se encuentran ubicados en estados que hace dos décadas tenían economías predominantemente rurales, basadas en la agricultura y la pesca, los cuales actualmente ocupan el cuarto y octavo lugar, respectivamente, en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo) en términos generales, 80 por ciento de municipios dedicados a la actividad turística caen en la categoría con índices de marginación bajos y muy bajos; argumento que favorecen la orientación de los recursos públicos a la consolidación de la actividad turística y la integración de las comunidades circunvecinas para beneficiarse de los recursos que esta actividad genera, asevera la OCDE.
Si bien el rural ha sido y sigue siendo un turismo nacional, mantenido por la demanda interna de cada país, los flujos turísticos internacionales hacia los destinos rurales se han incrementado de manera palpable en los últimos años, por lo que desarrollar este nicho representa una oportunidad favorable para esas regiones.
