Lanza Monsanto estrategia total en pro de transgénicos

Aunque el convenio no se dio a conocer en su totalidad por tener “cláusulas” de confidencialidad, su esencia radica en crear un “fondo para desarrollar el proyecto maestro de maíces mexicanos” para “proteger a los estados de México, Puebla, Oaxaca y Tlaxcala como libres de maíces biotecnológicos”. Además pretende “completar” la colección de germoplasma que México tiene de razas y criollos nativos”.
Este pacto también incluye el uso de materiales mejorados, híbridos y variedades, así como la adopción de “maíces biotecnológicos” —transgénicos—, que según los maiceros cenecistas y asociaciones de la zona norte del país son una alternativa de solución a los problemas productivos de los agricultores mexicanos, como la sequía, plagas, enfermedades y malezas nocivas y uso excesivo de plaguicidas.
Un segundo paso dentro de la estrategia fue sumar asociaciones regionales de productores agrícolas que asumieran la postura de que México debe abrirse ya a la siembra de maíz transgénico. Así, el pasado jueves 9 de agosto productores de Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Guanajuato, Chiapas y Veracruz entregaron una carta al secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, “para expresarle nuestro apoyo total en su esfuerzo por hacer disponible el maíz biotecnológico en México”.
En el documento exhortan al funcionario federal a “no dejarse influenciar por la presión de aquellos que no conocen la realidad del campo mexicano, que no son agricultores y cuyos argumentos carecen de sustento científico y tecnológico”.
Los productores argumentan que la biotecnología en maíz es una alternativa para la productividad y competitividad ante la apertura comercial de 2008 y “dejar de depender de Estados Unidos para satisfacer las necesidades de maíz de nuestro país”.
El argumento es inconsistente porque los agricultores que promueven la siembra de maíz transgénico en México, también reconocen que una vez que se realicen las siembras experimentales, la fase comercial tardará de tres a cinco años, por lo que el proceso se extendería más allá de la apertura de fronteras con Estados Unidos.
Monsanto y este grupo de agricultores presionan para que en septiembre inicien las siembras de maíz en Sonora —una investigación de la Universidad Autónoma Chapingo concluye que esta tecnología no es la solución a los problemas de los agricultores sonorenses—, porque de lo contrario se perdería otro año, señaló Octavio Falomir Hernández, presidente de la Asociación de Agricultores de Río Fuerte, quien encabezó el grupo de 60 productores que se entrevistó con el titular de la Sagarpa.
Los productores consideraron que no se debe perder más tiempo para autorizar siembras experimentales de transgénicos en México y manifestaron su preocupación porque Estados Unidos —donde sí se cultiva— los saque del negocio.
Dijeron que no están contra la protección a los maíces criollos para lo cual existe el plan maestro, donde se protegen entidades como Oaxaca, Puebla y Estado de México.
También señalaron que a la reunión con Sagarpa habían sido convocados entre sus asociaciones. Pero causó suspicacia entre los reporteros que la invitación de prensa fue enviada por la empresa Estrategia Total, que brinda servicio a Agrobio México —que aglutina a las principales transnacionales biotecnológicas promotoras de los transgénicos— y que también ha convocado a ruedas de prensa de la CNPAMM.