Robots para invernaderos

El robot capta la imagen, hace una separación del tallo, analiza y determina si está inclinado el pedicelo de la hoja, se posiciona y corta. Éste es un prototipo que está siendo desarrollado en Holanda.
Otro robot que ha salido al mercado es el cosechador de lechugas, que ya se utiliza en invernaderos de Bélgica en cultivo de crisantemo. Los robots fumigadores pueden circular entre hileras de los cultivos y realizar la aspersión. Son vehículos autónomos o autoguiados que regulan su velocidad y logran una aspersión uniforme.
También hay robots de corte de estacas en rosas que después las colocan en las macetas donde van a ser transplantadas. Ya está en el mercado.
Para introducir robots en invernaderos debe haber ciertas condiciones.
Se requiere un invernadero bien controlado en clima, con estructuras donde se puedan movilizar los robots, con pisos totalmente regulares, y aunque difícilmente se podrían introducir en cultivo de rosas, en los próximos años se desarrollará.
Para Armando Ramírez, “el desarrollo de estas máquinas puede parecer bastante fantasioso, pero el hecho de que se hagan inversiones enormes significa que en esos países tenían una necesidad, que es mano de obra, y para ellos son una alternativa”.
Hay robots injertadores —desarrollados en Japón hace diez años— que en pruebas han demostrado que son más precisos que los humanos. Los robots son parte de una tecnología que se podría utilizar en México en unos diez años, precisa Ramírez Arias.