Monsanto preparada para desarrollar cultivo de maíz transgénico en México

La empresa cuenta con un programa de mejoramiento que abarca cinco zonas agroecológicas: subtrópico (Sonora, Baja California, Coahuila,  Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua y Durango); media altura (Jalisco, parte de Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí); Bajío: Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Michoacán);  Valles altos:  Estado de México,  Puebla y parte de Guerrero); y  trópico húmedo ( Tabasco, Chiapas, Campeche, Veracruz y se extiende hasta Centro América y la región andina.

El director de Desarrollo de Tecnologías y Asuntos Regulatorios Latinoamérica Norte de Monsanto, Jesús Eduardo Pérez Pico,  señaló que para esas cinco regiones tenemos recursos humanos y materiales para hacer la investigación y  ver la adaptación específica de maíces híbridos convencionales a diferentes condiciones de México.

“Nosotros estamos preparados ya con estos híbridos adaptados a México, con esas características biotecnológicas”, anotó, aunque aclaró que no los hemos podido hacer en territorio mexicano.

Pérez Pico subrayó que para todas las zonas tenemos maíces biotecnológicos –como nombra a los transgénicos– y convencionales. Existen semillas para la zona tropical, porque ya se cultivan en Honduras, Colombia e iniciará en El Salvador, pero, aclaró: “eso no significa que nosotros en la primera fase estemos pensando en liberarla en la zona tropical mexicana”.

Empero, no descartó que pudiera haber algunas zonas del trópico húmedo, como Campeche, donde las colonias menonitas siembran maíces híbridos y no hay presencia de criollos o de otro tipo de materiales de maíz, pudiera ser considerada eventualmente para fines de experimentación.

El directivo de Monsanto subrayó que en el caso de maíz: “sí estamos preparados con todo tipo de materiales, sin embargo, vamos a respetar lo que la autoridad decida sobre cuáles son las zonas de liberación en un primera fase y en una segunda fase. Nosotros vamos a seguir los lineamientos y estamos preparados para hacer cualquier tipo de experimentación que se requiera realizar en México para responder a los distintos cuestionamientos”.

Las entidades donde pudieran realizar siembra experimental durante la primera fase son Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua y posiblemente la Comarca Lagunera.

Para el directivo de Monsanto es muy probable que los maíces mejorados, híbridos, biotecnológicos, nunca  lleguen a comunidades donde se siembran maíces criollos; no se necesitan por el momento, hasta que éstas empiecen entrar en otro esquema de producción y comercialización y demanden otro tipo de tecnologías diferentes o alternas a las que ahí tienen; entonces van a empezar a demandar en cierta forma otro tipo de materiales.

“Creo –afirmó– que pueden coexistir  ambos sistemas de producción, existen medidas de producción que se pueden establecer para sembrar materiales criollos y sembrar materiales biotecnológicos”.

Aumento de productividad, difícil meta

Eduardo Pérez destacó que con maíces biotecnológicos es posibles duplicar la producción  promedio, toda vez que en México se cultiva un millón 800 mil hectáreas (has) con maíz híbrido, en especial en la zona noreste del país, con los cual se pueden obtener  7 toneladas por hectárea (ha) y otras 6 millones de has se siembran con diversos maíces, que alcanzan rendimientos de 1 a 1.5 toneladas por ha.

Por eso, consideró difícil que el gobierno federal logre la meta de producir cinco o seis millones de toneladas de maíz más para el año 2012 sin que los productores tengan acceso a nuevas herramientas tecnológicas, ya que sólo 25 por ciento de la superficie ha adoptado al maíz mejorado, por lo que se requiere de un compromiso gubernamental muy fuerte para impulsar estos programas. Además, se necesita crear infraestructura, tener fertilizantes menos costosos, mejores productos para combatir plagas.

En el caso de maíces híbridos la productividad  se puede aumentar en por lo menos 20 por ciento, si se cambia a maíz biotecnológico, afirmó el directivo de Monsanto.

Indicó que el cultivo de maíz híbrido convencional ha crecido en México, ya que hace cinco años era 1.5 millones de has y llegó a 1.8 millones y hay posibilidad de crecer medio millón de has durante este sexenio, siempre y cuando haya posibilidades de tecnificar.

La meta del gobierno mexicano es incrementar producción a 30 millones de toneladas al término del presente sexenio, la cosecha estimada para este año es de 25 millones de toneladas.

Por otra parte, Pérez Pico expresó que se cree que la introducción de maíces biotecnológicos va a acabar con el resto de las variedades, lo cual ”no puede ser real”, ya que los maíces híbridos tienen 60 años cultivándose en México y no rebasan más de dos millones de has, eso quiere decir que el resto de otros seis millones de has no han decidido cambiar y van a seguir cultivando maíces o razas como lo han venido haciendo a través de varias generaciones.

El  productor –añadió– tiene la última palabra, pero Monsanto seguirá ofreciendo soluciones tecnológicas.

Dijo que si inicia este año la investigación con maíces biotecnológicos, para 2010 existe la posibilidad que hacerlo a  escala comercial y habría dos ciclos para contribuir a meta nacional.

Monsanto invierte 2 millones de dólares diarios en el mundo, en el caso de México hay programas de investigación, desarrollo y validación de tecnología,  donde se invierte un millón de dólares al año y se destina 70 por ciento de recursos al mejoramiento genético de maíz, soya, algodón y sorgo.

Pérez Pico proyectó que si se desarrollan mayores opciones de maíz biotecnológico en territorio mexicano, existe la posibilidad de invertir hasta 200 millones de dólares para desarrollar junto con productores e instituto de investigación el rubro de biotecnología.

El Régimen de Protección Especial de Maíz tiene el propósito de analizar o liberar solicitudes de evaluación experimental, marcar lineamientos para  liberar maíz biotecnológico en zonas que no sean consideradas centros de origen o de biodiversidad.

De acuerdo con Pérez Pico, dicho régimen debió publicarse el 20 de junio y lleva  un mes de retraso, “hablan que ya viene, pero eso ya lo escuchamos”, Agregó que han sido respetuoso “hasta cierto punto” de los tiempos, pero quisiéramos ver avances más rápidos.