Pecuario y Pesquero

TLCAN no ha desplomado producción de carne

En el informe Impacto del TLCAN en el sector agroalimentario de México, la dependencia destaca que el gasto de los mexicanos en carnes ubicados en estratos de ingresos bajos, medios y altos, experimentó un aumento en términos reales de 11, 4 y 5 por ciento, respectivamente, al comparar los años 2000 y 2006.

También destaca que en ese mismo periodo el sector de lácteos, donde México es deficitario, “los consumidores de bajos, medios y altos ingresos, han podido incrementar su gasto en términos reales en 45, 145 y 88 por ciento, respectivamente, favorecidos por las importaciones de dichos productos”.

“El consumidor mexicano –apunta el texto– come cada vez mejor, en el sentido de que puede gastar más en alimentos” y “el comercio agroalimentario dentro del TLCAN es uno de los principales factores que explican esta tendencia”.

Al respecto, concluye, “la apertura comercial agroalimentaria ha beneficiado a todos los consumidores, desde los estratos de menores ingresos hasta los de más altos ingresos”, quienes tienen una mayor oferta de productos a precios más competitivos”.

La producción nacional –agrega– no se ha “desplomado” en sectores donde México no ha reflejado ventajas comparativas, por el contrario, en la mayor parte de éstos, la producción ha crecido en el transcurso de dicho acuerdo comercial.

Las importaciones de productos en los que México tiene menos ventajas comparativas con relación a sus socios comerciales generan precios más competitivos y una mayor diversidad en la oferta de productos”, subraya el documento.

Competitividad en frutas y hortalizas

El documento recalca que la mayor competitividad de México en las exportaciones mundiales agroalimentarias se encuentra en frutas y hortalizas y anota que “una de las claves para aprovechar la apertura que ofrece el TLCAN y otros tratados comerciales a los productos agroalimentarios mexicanos, consiste en incrementar la producción en aquellos sectores en los que México cuenta con ventajas comparativas”.

El documento expone que durante el período 1981-1993, el PIB agroalimentario primario (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) tuvo un crecimiento real promedio anual de 1.33 por ciento, mientras que el PIB agroindustrial reportó un crecimiento de 2.33 por ciento. Tras la entrada en vigor del TLCAN, el crecimiento del sector mostró un mayor dinamismo y durante el período 1994-2006, el PIB agroalimentario primario tuvo un crecimiento real promedio anual de 1.81 por ciento, mientras que el PIB agroindustrial creció 2.73 por ciento.

Sugiere fortalecer las estrategias de vinculación de la producción primaria con la agroindustrial, tanto para agregar valor a la producción, como para aprovechar la fuerza exportadora y de posicionamiento de mercados de los productos agroindustriales.

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