Almería, España.- Lamentablemente no existen datos actualizados respecto a la superficie cultivada bajo agricultura protegida en sus diferentes modalidades: invernaderos, mallas sombra o túneles. Se estima que existe una superficie muy similar de invernaderos con cubierta plástica como de mallas sombra o casa sombra, con cubierta porosa. Esto, tal vez debido principalmente a que las principales regiones productoras de hortalizas en México, se encuentran en zonas cálidas, tales como Sinaloa, Baja California, Sonora y un poco en la Península, lo que es un indicador sobre la necesidad de analizar el funcionamiento del clima interior.
Entre los métodos de análisis de ventilación en un invernadero, uno de los más confiable es el del gas trazador, muy usado en invernaderos de plástico; sin embargo, mediante esta técnica sólo se obtienen datos de la tasa de renovación, es decir, cantidad de aire que entra o sale del invernadero, pero no aporta información relacionada con las velocidades y flujos en el interior del invernadero, que de acuerdo a recientes estudios es tan importante como la tasa de renovación misma.
En la actualidad se usan técnicas de análisis de fluidos computacionales o CFD por sus siglas en inglés (Computational Fluids Dynamics), mediante la cual es posible observar el movimiento del aire en el interior en función de condiciones exteriores preestablecidas o de inicio.
El uso de las mallas sombra en la producción agrícola está basada principalmente en la necesidad de una mayor área de ventilación, lo que derivó en la sustitución de la cubierta plástica por una cubierta porosa. Esto supone una mayor área de intercambio de aire y, con ello, reducción de los gradientes de temperatura, de problemas sanitarios por el exceso de humedad y un nivel conveniente de dióxido de carbono.
Como resultado del análisis de la ventilación en una casa sombra de grandes dimensiones mediante la técnica del CFD, se observó que desde el punto de vista de ventilación, no existe gran diferencia el uso de diferentes porosidades de mallas. Cuando el aire entra perpendicular a la pared de la malla, gran parte de este aire está saliendo por el techo en la zona inmediata a la entrada. Sin embargo se observa una gran uniformidad en la velocidad del viento interior, cuando se simula el cultivo.
Como resultado del estudio, es posible afirmar que existe una gran influencia de las paredes lateral (paralela al viento) y del techo en una casa sombra, que favorecen el intercambio de aire entre el exterior y el interior, lo cual repercute en la reducción de gradientes de temperatura, tanto en la dirección longitudinal como en la vertical de la casa sombra. En general, es posible decir que bajo las condiciones de baja velocidad del viento exterior (1-5 m s-1), y temperatura media (26 grados centígrados) una casa sombra es buena opción en el cultivo de tomate.
No obstante, la validación del modelo está basado en invernaderos de plástico, por lo que el siguiente paso en este proceso, será la toma de datos al interior de una casa sombra, para contrastar los datos experimentales con los resultados de las simulaciones numéricas.
