Ponche y cócteles de fruta deshidratada
Por el momento, comercializan en tiendas naturistas de Puebla, principalmente; están tratando de ampliar su mercado en la Ciudad de México, donde ya han colocado su producto en las tiendas de la UNAM, y está en puerta un posible convenio con Walmart en la entidad poblana.
Luis Sergio Rivadeneyra de la Barrera, gerente general de la empresa Frutas y Legumbres Deshidratadas, plática a Imagen Agropecuaria que los productos que han desarrollado a partir de la manzana –que se produce en ladera– son cóctel de diez frutas y ponche. Este último también se venden en Mexicali, Colima y Tijuana.
En Puebla también están colocando producto en tiendas que promueve la Secretaría de Desarrollo Rural y en Chedraui, en restaurantes y en su participación en ferias y exposiciones. Desde hace ocho meses sus productos cuentan con código de barras y registro de marca, además han trabajado en un nuevo diseño de empaque.
En la Ciudad de México sostienen pláticas con diversos comercializadores, con quienes aún no llegan a un acuerdo; el problema con en este caso o con tiendas departamentales es que pagan de entre 45 y 30 días, en los mejores casos en una quincena, lo cual para nosotros implica descapitalizarnos, “aunque es la única forma de vender en serio”, reconoce Rivadeneyra.
La empresa deshidrata alrededor de 40 toneladas de manzana, durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Este proceso permite comercializarla con mayor tiempo buscar clientes y obtener mejor precio, además que generan empleos, destaca el gerente general de la firma.
La capacidad de producción de deshidratado es de mil 200 unidades mensuales que, por ahora, trabaja a una tercera parte. De éstas venden alrededor de 800 bolsas por mes.
Luis Sergio asegura que el sabor de la manzana de ladera “es muy especial y la fruta es sabrosa”. No obstante, están introduciendo la manzana Red Delicious, una variedad de la Golden, aclimatada en la región de González Ortega, Puebla, es más dulce y se cosecha antes que la producida por estados del norte, como Chihuahua.
Comenta que los consumidores de deshidratados son personas de clase alta, por lo que les cuesta trabajo penetrar en la población en general, ya que una limitante es el precio.
Dadas las virtudes nutricionales de la manzana, esta empresa trata de llegar a los niños, a través de cooperativas de escuelas y planean meter manzana más pequeña en cuadritos, que sería más barata y rinde el doble que en rodajas.
Estudios de la Universidad de Chapingo refieren que este producto deshidratado dura ocho meses, pero Luis Sergio ha observado que dura hasta año y medio, si se tienen ciertos cuidados en la fase de almacenamiento, ya que no se puede dejar directamente al sol.
La empresa nació en agosto de 2005 con 24 socios, la mayoría esposas de productores, quienes recibieron apoyos para equipo de Fonaes y capacitación de la Secretaría de Desarrollo Rural.
El principal producto que trabajan es la manzana, pero también pera y durazno. En ese tiempo “estábamos en la disyuntiva de regalar la fruta o procesarla, ya que no era rentable venderla en fresco”, recuerda Rivadeneyra de la Barrera.
Después, formaron una sociedad de productores de manzana que se llama Valles Altos. Con los apoyos que les dieron comenzaron la deshidratación de manzana, y ya entrando al mercado les han pedido otros productos.
Con el valor agregado, el kilo de manzana deshidratada se vende en 120 pesos. La empresa paga a los socios 2 pesos por kilo en fresco, mientras que los acaparadores sólo 70 centavos; el único requisito es que esté limpia y sea cortada, no recolectada, para mantener su calidad.
Hay mucha producción, pero la calidad es baja, ya que los productores no les hacen mucho caso a sus huertas, precisamente por el bajo precio. Por ello, la empresa empezó un programa de renovación de huertas, por lo que hay 25 hectáreas con plantaciones y variedades nuevas, donde reciben apoyo del Colegio de Postgraduados y la Universidad de Chapingo, que desde antes brindó asesoría para hacer rentable la actividad.
