Emergen neoagricultores asociados al negocio de invernaderos

Para los pequeños productores invertir en invernaderos con recursos propios resulta cuantioso, pero lo han podido hacer con subsidios federales o estatales.

Aunque los costos de un invernadero varían de acuerdo a su nivel tecnológico, quienes tienen más oportunidad de invertir son empresas o inversionistas que tienen cierto capital y pueden contratar especialistas para la operación de los invernaderos y la profesionalizar de todas sus áreas, ya sea productiva, de empaque o comercialización.

Fernando Faz Castillón, encargado de ventas y mercadotecnia de Invernaderos Tecnológicos, refiere que en el caso de esta empresa 60 por ciento de los clientes no tienen nada que ver con la agricultura, son empresarios, gente de negocio, abogados o políticos, quienes se están apostando a este negocio, “como un patrimonio para el futuro”. Incluso, hay profesionistas que cuando se reciben ya tienen un negocio estable, que está produciendo y generando riqueza.

Expresa que gente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Monterrey y nuestro socio en Corea, saben que el futuro de la agricultura son los invernaderos,  ya que por factores como el cambio climático, hay más calor, los veranos se extienden, cuestiones de plagas, hay que cambiar del cultivo tradicional al protegido.

En México se estima que existen 10 mil hectáreas de invernadero y “se está volviendo un boom”, señala el empresario de apenas 24 años. En Monterrey, donde se ubica la empresa, la zona es virgen porque predomina la ganadería, pero desde hace un año este sector ha tenido un fuerte crecimiento.

Recuerda que en el año 2008 hubo un alza de acero y con la crisis económica se dio una baja en construcción de invernaderos – de un  30 por ciento–,  pero desde hace seis meses que está repuntando y ya se estabilizó el mercado.

Faz Castillón refiere que la gente de negocio o agricultores que tienen un capital, están delegando negocios a sus hijos o gente joven.

La inversión para un invernadero es variable y en el caso de esta empresa un metro cuadrado totalmente equipado requiere invertir 35 dólares, a partir de eso se ajusta de acuerdo a las necesidades de cada persona.

Hay invernaderos “hechizos”, que puede hacer cualquier persona que sepa soldar y comprando material. Sin embargo, quienes conocen y tienen negocio saben que no es adecuado hacerlo de esa manera, afirma el empresario. Subraya que hay que meterse bien al negocio, es muy importante ver tecnologías extranjeras que tienen más años en invernaderos y se puede hacer una alianza o Joint Venture, como en nuestro caso con una empresa coreana (Bokyung Corporation), que tiene más de 40 años construyendo invernaderos y mejora su tecnología año con año.

Con cuatro años en el mercado, Invernaderos Inteligentes se enfoca a saber que necesita un productor  para producir de acuerdo a las necesidades de cada zona. Nosotros nos distinguimos en guiar al cliente hasta que logra instalar el invernadero y damos un servicio post- venta. Si viene una persona que no sabe lo acercamos a empresas semilleras, de sustratos, de fertilizantes o agroquímicos, agrega Fernando Faz.

Además de la zona norte del país, los invernaderos han mostrado crecimientos en la región centro y sureste, principalmente en hortalizas y flores, por lo que del Estado de México se ha extendido hacia Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Chiapas, expone Julio Urbina, de la gerencia de proyectos nuevos de Agrotecamac, empresa constructora de invernaderos.

Indica que el jitomate crece más que otros cultivos, sobre todo en centro y norte. “Es un fenómeno que se está presentando en productores pequeños y está generando gran producción en toda la republica”. Añade que otros cultivos que muestran crecimiento son pepino, calabaza, lechuga y chile.

La empresa atiende a todo tipo de productores y señala que aunque se ha venido abaratando el costo de los invernaderos, los pequeños productores no tienen acceso a la infraestructura para hacer los grandes invernaderos y asisten con pequeñas empresas de construcción que atienden sus necesidades, las cuales han crecido en 100 por ciento.

Julio Urbina destaca que los sistemas de invernaderos han crecido de 25 a 30 por ciento y las necesidades de alimentación mundial van a generar más invernaderos, por lo que en tres años podemos crecer 50 por ciento.

Por otra parte, anota que la crisis no afectó la construcción de invernadero porque lo último que podemos de dejar de producir son alimentos. En el caso de Agrotecamac en 2009 se mantuvo el crecimiento en 10 por ciento.

Existen experiencias en invernaderos del Distrito Federal, donde profesionistas de diferentes disciplinas se han asociado en torno a una empresa y han logrado establecer acuerdos comerciales con cadenas de autoservicio, empresas naturistas o de alimentos.