De acuerdo con un reporte de la dependencia al 21 de julio, de las 170 presas más importantes del país 21 se encontraban al 100 por ciento; 35 al 80 por ciento y 46 al 60 por ciento, el resto está por debajo de estos parámetros. Felipe Arreguín Cortés, subdirector general técnico de la dependencia, señaló que existen diferentes posiciones en torno a qué nivel deben mantenerse las presas, un grupo plantea bajarlas lo más posible, otros hablan de cuántas áreas de riego se pudieran beneficiar y la CFE de cuánta energía generará. La posición de la Conagua es dejar los volúmenes que normalmente se entregan a los agricultores, porque si las dejamos muy altas y luego llueve, vamos a tener problemas. El nivel en el que deben quedar las presas “es una de las decisiones más difíciles que podemos tomar”, expresó.Consideró que los altos niveles de almacenamiento de las presas son manejables, pero preocupantes debido a que los cauces y zonas de inundación han sido desviados o invadidos por asentamientos humanos.En rueda de prensa Arreguín Cortés señaló que la lluvia acumulada del 1º de enero al 20 de julio de 2010, se ubica como el 5° período más intenso de lluvias desde 1941.Arreguín Cortés enfatizó que la Conagua reitera el llamado a las autoridades estatales y municipales para que extremen precauciones y reubiquen e impidan los asentamientos irregulares en cauces y zonas inundables, consideradas federales, para evitar riesgos a la población.