Injustificado el uso de transgénicos en México: Chapela
En entrevista con Imagen Agropecuaria, el experto –quien en 2001 publicó en la revista científica Nature los resultados de un estudio sobre presencia de transgénicos en maíces de la sierra de Oaxaca– expuso que en México hay un “desbalance de poder” donde quienes quieren introducir transgénicos al país “son personas que usan poder, dinero, abogados, relaciones públicas, que tienen acceso de cabildeo y accesos facciosos al gobierno”.
La posición dominante del gobierno de Estados Unidos es que se debe abrir completamente el movimiento de semilla transgénica en todo el mundo, especialmente en Norteamérica, lo cual es una postura preocupante para México, ya que es centro de origen y diversificación del maíz, añadió.
“Es un tema en donde hay mucho riesgo, y en el cual creo desgraciadamente se le está dando prioridad a consideraciones económicas y políticas antes de las consideraciones ambientales y sociales”, enfatizó.
Según el investigador, estudios realizados por expertos en la materia, para 2003 en los Estados Unidos se invirtieron 330 mil millones de dólares en la promoción de los productos transgénicos.
La postura contra los transgénicos está basada en argumentos ecológicos y económicos, comentó Chapela, quien destacó que los transgénicos generan mayor dependencia de las corporaciones multinacionales, principalmente de Estados Unidos.
Chapela explicó que a pesar de que sí existe un marco jurídico y legislativo, nacional, multilateral e internacional, las relaciones de poder están muy tergiversadas como para que pueda darse una solución balanceada de poder. Según su punto de vista es una batalla artificial en la que se está imponiendo algo por la fuerza por parte del poder político y económico.
Del otro lado, puntualizó, quienes se encuentran poniendo resistencia al movimiento transgénico, son gente con menos poder, campesinos y ciudadanos organizados. Sin embargo, “creo que de no haber habido resistencia social y pública como se ha dado en 1999-2001, desde que salió este tema a la luz pública, es por eso que llegamos al 2010 sin apertura de la frontera todavía”.
En el caso de Europa, donde la desbalanza de poder no es tan grande, la población tiene más capacidad de responder, se tienen más candados a la introducción de transgénicos, tienen etiquetados los productos.
En México, consideró, debe adoptarse una posición más precautoria, más que promotora del uso de los transgénicos, los cuales desde los años ochenta se promueven y en nuestro país no funcionan y la gente no los quiere, aseguró.
Expertos nacionales e internacionales, anotó, coinciden en que hay que esperar e investigar, para no meternos en un compromiso del cual no podamos salir.
En este sentido aseveró que las investigaciones que se están llevando a cabo en la UNAM, así como en otros lados del mundo, son muy importantes, para indicar los problemas que trae consigo el uso de transgénicos.