Granos y Oleaginosas

¿Dónde compraremos maíz y a qué precio?

Con la resiembra en el estado de Sinaloa, en el mejor de los escenarios, se podrán recuperar poco más de 2 millones de toneladas de maíz blanco, que en México se usa para consumo humano, por lo que la Sagarpa promueve la siembra en Tamaulipas, donde espera obtener 500 mil toneladas para los meses de junio-julio.

El cálculo de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) es que con la superficie sinaloense que no fue afectada por heladas, la resiembra del ciclo otoño-invierno y la siembra del ciclo primavera-verano (p-v) habrá un déficit de 1.5 millones, respecto a las 5 millones de toneladas de maíz que se esperaba cosechar en Sinaloa.

Y es que en las hectáreas no dañadas por el frío se podrán recuperar apenas entre 500 y 600 mil tonelada de maíz blanco; con la resiembra y el p-v se sumarían un millón 680 mil toneladas; más otros millón y medio de toneladas de sorgo obtenido en resiembra y el p-v.

Otras alternativas de siembra que se han abierto para compensar ese déficit es obtener 500 mil toneladas en Chihuahua y 30 mil en el estado de Nayarit, según el director en jefe de Aserca, Manuel Martínez de Leo. Incluso se está volteando al Bajío para sembrar más maíz o sorgo en el p-v.

En entrevista, el funcionario federal reconoció que este año se importarán cerca de 12 millones de toneladas de maíz amarillo para garantizar el abasto de grano para consumo pecuario, volumen “normal”, que no rebasa lo importado en 2009, pero si está por encima de los 8.5 millones que se introdujeron el año pasado, cuando se había observado una reducción.

Luego de participar en el seminario Efectos del cambio climático en la avicultura, organizado por la Unión Nacional de Avicultores (UNA), Martínez de Leo explicó que con las 300 mil hectáreas de maíz que se van a sembrar en Sinaloa, que fue el volumen de semilla disponible para el ciclo corto, sumadas a las 500 mil hectáreas de Tamaulipas se garantizará el abasto de maíz para consumo humano.

Aseveró que si las cosas se dan como las tienen programadas no habrá problema en el abasto para la industria de la masa y la tortilla; de lo contrario, dijo que ya cuentan con un plan “b,” que consiste en hacer una mezcla en las harinas de maíz blanco con amarillo. “Hemos comido maíz amarillo en años pasados”, refirió, pero confió en que habrá maíz blanco para consumo humano.

Otra alternativa es que los volúmenes de maíz blanco que contrató el sector pecuario sean comprados por los industriales de la tortilla. Con el pago que reciban ganaderos, avicultores o porcicultores, podrán salir a comprar maíz amarillo o sorgo para satisfacer sus necesidades de alimento, puntualizó Martínez de Leo.

Así, los harineros y nixtalameros estarían cubiertos “sin mayor problema” al mes de mayo, cuando se necesitaría parte de cosecha que no va a salir de Sinaloa, por eso se está busca canalizar el maíz que estaba destinado al consumo pecuario a ese mes cuando sale la cosecha de Tamaulipas y luego la sinaloense para suplir el maíz blanco, y el maíz de los pecuarios sustituirlo con maíz amarillo o sorgo de dónde haya, manifestó.

Estados Unidos tiene unas 200 mil toneladas de maíz blanco, de las cuales Minsa ya compró 100 mil para su abasto y Sudáfrica tiene unas 10 mil toneladas.

Sigue tendencia alcista de granos

Analistas que participaron en el seminario, expusieron que con el índice tan bajo en los inventarios en el ámbito mundial y el incremento en la demanda, los granos podrán presentar incrementos en los próximos meses, al menos hasta que salga la cosecha del ciclo primavera-verano.

Estimaron que el precio del maíz continuará en aumento hasta el tercer trimestre del año, fecha en la que sale la cosecha del ciclo primavera-verano. Hay proyecciones de que en junio-julio de se ubicará entres 270-280 dólares por tonelada.

Sin embargo, la baja en los inventarios genera incertidumbre en el mercado, ya que según Kenneth Shwedel, director de Análisis Agroindustrial de Rabobank International Regional, en octubre Estados Unidos tendrá sólo 5 por ciento de existencias respecto a su producción total de maíz y que ese volumen sólo permitirá atender la demanda por 12 días.

Recalcó que “el nivel de existencia con respecto al uso de maíz es bajo, incluso más que en 2008” y si las cosechas se retrasan “estaremos en una situación muy difícil”.

La contracción en la producción de granos a nivel mundial originada por las afectaciones climatológicas, el incremento en la demanda de dichos productos por parte de los países emergentes, así como la producción de biocombustibles, han derivado en un escenario de volatilidad en el precio de estos insumos.

Shwedel afirmó que la volatilidad en el mercado de los granos llegó para quedarse y subrayó que la entrada en el negocio agropecuario de nuevos jugadores generan especulación en los mercados bursátiles y a la postre precios altos.

También reiteró que la generación de biocombustibles, como el etanol genera un incremento considerable en la demanda de granos. Ello provoca una disminución sensible en, los ya de por sí bajos,  inventarios finales. Por esta razón lanzó la pregunta: ¿En dónde compraremos granos? Si la demanda es mayor a la producción y las reservas se encuentran en los niveles más bajos de los últimos años.

En el mundo, la demanda de dichos insumos para la producción de carne en 2005 fue de alrededor de 900 millones de toneladas. Para el 2015 se estima un incremento en la demanda del orden del 30 por ciento, para situarse en un requerimiento de mil 200 millones de toneladas, de acuerdo con datos de Rabobank.

Asimismo, la creciente demanda de soya que presenta China pondrá en predicamento al mercado de ese producto, ya que se espera una disminución en la producción de dicho insumo en Sudamérica.

Las alternativas apuntan a incrementar la superficie de siembra, como ya lo ha recomendado la FAO, incrementar el rendimiento de los cultivos o modificar la dieta pecuaria y humana para dar mayor certidumbre en el abasto alimentario, remarcó el asesor de Rabobank.

Kenneth Shwedel destacó que se pueden vislumbrar conflictos entre objetivos sociales, ambientales y de producción, por las distintas presiones que ejercerán los distintos sectores. Se requiere una discusión intensa dentro de cada país y en el ámbito internacional para garantizar el abasto de alimentos.

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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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