Maiceros de alto rendimiento logran multiplicar cosechas y ganancias
En las condiciones ambientales y económicas existentes, los maiceros mexicanos pierden 100 por ciento del rendimiento posible, debido a problemas que pueden ser solucionados a nivel de predio y por el agricultor, al no saber cuándo y cómo hacer las cosas, no tener los insumos específicos y a tiempo, no utilizar equipos adecuados y calibrados y realizar prácticas de manejo obsoletas, además en nuestro país no existe un sistema nacional extensionismo, expone Ernesto Cruz González, coordinador nacional del Proyecto Especial de Maíz de Alto Rendimiento (Proemar), que impulsa la Sagarpa junto despachos como ATIDER.
Como resultado de este trabajo, en el ciclo que recién concluyó, productores de Puebla alcanzaron 18 toneladas de maíz amarillo por ha; en Chiapas, donde un agricultor convencional obtiene tradicionalmente de tres a cuatro toneladas por ha, ya se alcanzaron doce o trece. El año pasado se obtuvo un nuevo récord nacional en Nuevo Refugio, Jalisco, con maíz de temporal al llegar a 20 ton 576 kilos por ha.
Ciertas organizaciones con doce toneladas por ha, arriba del promedio de agricultores de Estados Unidos y Sinaloa, y comercializando maíz blanco entre 3 mil 100 y 3 mil 600 pesos, llegaron a obtener ganancias de 30 mil pesos por ha, afirma Héctor Bayardo Topete, gerente de ATIDER.
Por ejemplo, un productor de maíz amarillo invirtió 20 mil pesos por ha en su parcela y obtuvo 17 ton, que logró vender en 3 mil 500 pesos, con lo que llevó a su bolsillo 59 mil 500, restando la inversión la utilidad fue 39 mil 500, en siete meses. “Es un negociazo, pero no está bien analizado”, subraya.
En México se han querido aplicar soluciones generales a todos los problemas del campo, pero como dice Bayardo Topete cada predio es individual y tiene sus problemas particulares. En ocasiones es necesario invertir 20 mil pesos por ha, muchos se asustan por considerarlo muy alto, ya que ellos invierten 12 mil pesos por ha, pero con rendimientos de cinco o seis ton por ha; así no es negocio. No hay una cultura de invertir.
El alto rendimiento, una filosofía
Así como un atleta de alto rendimiento requiere de sumos cuidados, buena alimentación y entrenamiento, las grandes ligas del maíz también lo necesitan, incluida una inversión superior a lo que acostumbran los maiceros tradicionalistas. Nada es fácil.
Si vas a tener siembras campeonas –agrega Bayardo Topete– es lo mismo. La nutrición es básica para lo que se requiere el análisis de suelo. La recomendación es particular, cada predio es el paciente y es diferente. No hay una solución general.
Para promover el alto rendimiento se tienen talleres de inducción y se analizan limitantes y se hacen recomendaciones particulares. Hay que hacer un plan de cultivo particular, el término “paquete tecnológico” ya lo borramos de nuestro diccionario. Se establecen metas concretas de acuerdo a las características de cada parcela.
En algunos casos se recomienda la agricultura de precisión, aunque no necesariamente, y en el caso de fertilizantes se analizan los requerimientos, por lo que pueden emplearse químicos u orgánicos, no están peleados. No hay que dejar inservible la parcela, hay que tener una fertilización balanceada.
Hay que poner de acuerdo a técnicos y productores, “que vean la misma película”. Lo que sucede muchas veces es que muchos de los primeros son vendedores y recomiendan sus productos, expone Bayardo.
Cada año México importa más de 10 millones de maíz amarillo, por lo que a través del Proemar, que es operado por el Firco y que a partir de este año es técnicamente posible aplicarse a nivel nacional, busca extenderse este tipo de experiencias hacia otras entidades del país.
Por ser nuestro país lugar de origen de maíces, la meta es obtener el récord de maíz, que hoy es de 27 millones de ton en Estados Unidos. “En cinco años tenemos que llegar a esos niveles, ya andamos arriba de 20 toneladas”, resalta Ballardo.
No obstante los buenos resultados, el programa no ha estado exento de limitantes, ya que según una presentación de ATIDER, “tenemos que dedicar más del 50 por ciento de nuestro tiempo en integrar expedientes, reuniones e informes y papeles que en nada ayudan en incrementar el rendimiento”, además las reglas de operación han sido contradictorias y sobre reguladas, entre otros problemas.
Bayardo secunda: “hemos luchado contra viento y marea; ya vez como es la burocracia, son cerros de papeles y hay virreinatos en cada estado, pero ahí vamos”.
En México se requieren cambios multifactoriales, tecnológicos y culturales, “hay resistencia de productores; pero una vez que agarra la onda ya no la paras, va viendo al cultivo del maíz como lo que es: un buen negocio”.
El reto es mayúsculo, ya que según Ernesto Cruz González, ”por seguridad nacional, justicia social y creación de riqueza en el medio rural, si México quiere lograr autosuficiencia tiene que incrementaren 70 por ciento su producción de maíz para 2025”.
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Maíz en México
*Blancos = 7 millones de has, 3.27 ton / ha
*Amarillos = 370 mil has, 4.49 ton / ha
*80% de los productores siembran maíz criollo, 20% semillas mejoradas, principalmente en buen temporal y riego (SIAP).
*De los 21.4 millones de has de todo lo que se cultiva anualmente en México, sólo 10.2 millones se fertilizan, lo que representa el 47.7% de la superficie sembrada. (FIRA).
Fuente: Proemar
