La superficie autorizada sería menos de un cuarto de hectárea en el municipio de la Concordia y de acuerdo con estimaciones del grupo de investigación, para el 2014, si todo sale como se tiene planeado, la variedad podría estar disponible para comercializarse.En el marco del Tercer Taller Nacional de Formación de Reporteros sobre Biotecnología y Bioseguridad, organizado por la Cibiogem, Beatriz Xoconostle, expuso que la tendencia internacional a incrementar la productividad se ha enfocado en el uso excesivo de fertilizantes y agroquímicos, pero con la variedad cisgénica de maíz resistente a la sequía ésta se revierte, porque en algunos casos ya no se necesitan dichos insumos, se conserva la tierra y limita mucho el uso de nitrógeno, que genera un severo problema ambiental.La doctora aclara que no se trata de un transgénico, que tiene un componente genético proveniente de otro organismo, ajeno a sus cualidades naturales; mientras que la variedad que desarrolló, junto con su equipo, es de tipo cisgénica, es decir, no cuenta con otros componentes que no pertenezcan a esa misma planta, lo único que se modificó en la estructura genética fue la inhibición de una enzima que permite la acumulación de una azúcar llamada Trehalosa, que en condiciones de estrés abiótico, como la escasez de agua, permite que la planta lleve a cabo su ciclo de crecimiento completo.Hace hincapié en que para aminorar el impacto ambiental que genera la producción de alimentos en el campo, las plantas resistentes a sequías ayudan a explotar menos los mantos acuíferos, porque son tolerantes al estrés abiótico, es decir, al entorno climático, su conformación genética hace que pierden menos agua que otras plantas convencionales, son más inteligentes y la aprovechan de mejor forma la humedad del suelo.Con menos cantidad de agua son capaces de terminar su ciclo de vida, son capaces de producir semilla aún en condiciones difíciles de clima y nutrientes, agrega José Luis Cabrera, coinventor de la variedad e investigador del Centro de investigaciones y de estudios avanzados (Cinvestav), de Irapuato.Explica que el problema de la falta del acceso a los recursos para incrementar la productividad en zonas rurales pobres está cambiando, ya hay varios esquemas para incrementar los rendimientos de los cultivos, las cosas no están tan mal, lo que pasa es que no aprovechamos esas herramientas de forma adecuada.El cambio climático es un fenómeno que va comenzando y del que no sabemos que sigue, pero no estamos preparados para ello, destaca José Luis Cabrera, por ello, se tiene que acelerar la productividad de alimentos en México, no sólo con OGM, sino con el reforzamiento de toda la cadena de productividad, donde se utilice tecnología moderna.El maíz resistente a sequía lo patentó el grupo de investigación del Cinvestav y la idea es que en México se cedan los derechos para la utilización de este maíz. Así los productores sólo tendrían que comprar una vez la semilla modificada y volverla a usar en los ciclos subsecuentes.