El reporte anual del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés) indica que México es uno de los países con mayor número de autorizaciones otorgadas para la importación y consumo, tanto en animales como en humanos, de productos genéticamente modificados, con un total de 87 en 9 cultivos distintos, sólo por detrás de Estados Unidos, Japón y Canadá.El informe refiere que producto de la dependencia alimentaria y agrícola que presenta el país se ve orillado a la aceptación de productos con tecnología génica de importación.México destina alrededor de 100 mil hectáreas a cultivos de algodón y soya transgénicos; fue pionero en la adopción de este tipo de cultivos en el año 1996, pero se ha rezagado en el empleo de estas modificaciones para otro tipo de cultivos, también evidencia el informe.Durante el 2010, la superficie destinada a la producción agrícola con trangénicos creció en 10 por ciento, para llegar a 148 millones de hectáreas a nivel mundial.Por otra parte, Fabrice Salamanca, presidente ejecutivo y director general de AgroBIO México, el organismo que agrupa a las principales empresas desarrolladoras de biotecnología agrícola en el país, señaló que “con la pérdida de cerca de un millón de hectáreas de cultivos por las recientes heladas en el norte del país, hoy más que nunca México tendrá que darse la oportunidad de seguir avanzando en la investigación de estas tecnologías en beneficio de las necesidades de los agricultores mexicanos”. El Dr. Clive James, director y fundador de ISAAA, subraya que la tolerancia a la sequía será de gran ayuda para aumentar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas de todo el mundo, sobre todo en los países en desarrollo, donde estos fenómenos son más frecuentes y severos que en los países industrializados.El informe plantea que entre 1996 y 2009, los cultivos genéticamente modificados generaron un beneficio económico por 65 mil millones de dólares, 44 por ciento gracias a la reducción en los costos de producción y 56 por ciento debido a un incremento en la productividad, que representa un aumento por 229 millones de toneladas en las cosechas; y que sin el uso de la biotecnología agrícola, se hubiese requerido de 75 millones de hectáreas adicionales para alcanzar esa cifra.En el mismo periodo de tiempo, agrega el reporte, los cultivos biotecnológicos significaron una disminución de 393 mil toneladas de ingrediente activo de plaguicidas. De igual forma, en el año 2009 el empleo de cultivos biotecnológicos evitó la emisión de 18 millones de toneladas de CO2, equivalente a retirar 8 millones de coches de la circulación.Los tres países que siembran mayores extensiones con cultivos biotecnológicos son Estados Unidos, Argentina y Brasil, este último incrementó su superficie de siembra con cultivos genéticamente modificados en un 16 por ciento, pasó de 21.4 millones de hectáreas en 2009 a 25.4 millones en 2010.Por último, el reporte del ISAAA revela que para 2012 el maíz transgénico resistente a la sequía y al frío se comercializará en Estados Unidos y Canadá; y en años subsecuentes se liberarán otros productos como arroz dorado en 2013, arroz Bt, resistente a insectos en 2015; papas biotecnológicas resistentes al “tizón tardío”; caña de azúcar con mejoras agronómicas y de calidad; plátanos resistentes a enfermedades; berenjena, tomate, brócoli y col biotecnológicos, también en 2015.