Granos y Oleaginosas

Rastrean huella genética de 52 razas de maíces mexicanos

El Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), órgano desconcentrado de la Sagarpa, trabaja en el catálogo de variedades vegetales, en especial de 52 razas de maíces mexicanos, que pretende identificar y caracterizar los recursos fitogenéticos del país, para brindarles seguridad jurídica y, con ello, evitar la piratería genética de estos recursos.

El catálogo, que rastrea la huella genética de las variedades vegetales de México y que se publicará en el último trimestre de 2011, lleva tres años de trabajo de investigación y está acompañado de soporte técnico y un marco jurídico elaborado conforme a la ley de semillas, asimismo es avalado por 25 instituciones y productores.

Enriqueta Molina Macías, directora general del SNICS explicó que las 52 razas nativas de maíz forman parte del catálogo y estas van acompañadas de programa de custodia in situ, es decir en los lugares donde se siembran; también llevan detrás de mucho trabajo de caracterización morfológica y molecular que permite diferenciar una raza de otra.

La ingeniera recordó que en 1994 se presentó un caso de piratería fitogenética, cuando agricultores estadounidenses se llevaron semillas de una variedad de frijol amarillo mexicano a su país y, que dos años más tarde solicitaron ante las autoridades de ese país la concesión de la patente para el uso de esa variedad, presentada como “nueva.”

En 1999  autoridades de los Estados Unidos otorgaron la patente y los obtentores de dicha variedad de frijol demandaron a productores mexicanos que cultivaban ese producto. Sin embargo, la apropiación de la variedad de frijol amarillo fue ilegítima, puesto que desde 1963 ya se tenía el conocimiento de este material fitogenético en el Registro Nacional de Variedades de Plantas.

Enriqueta Molina detalló que para conseguir los derechos de obtentor de alguna variedad vegetal uno de los requisitos es que el material sea nuevo, que no tenga más de un año en uso. Por tal motivo, se recurrió a presentar una solicitud de revocación de la patente otorgada al frijol amarillo, misma que se logró en 2008.

Para conservar los recursos y variedades vegetales de México el SNICS trabaja en el registro de variedades vegetales, la certificación de semillas, los derechos de obtentor, la conservación de variedades vegetales nativas y la sustentabilidad de los recursos fitogenéticos para la importación y exportación.

México también se beneficia de los recursos vegetales genéticos de otros países del mundo, pero es importante contar con un marco jurídico acorde para el intercambio regulado de estos materiales, agrega la directora general del SNICS, institución que cumplió 50 años en operación.

En cuanto a la conservación de la gran diversidad biológica con la que cuenta México, 10 por ciento del total mundial, se cuenta con bancos de germoplasma que eventualmente pueden proveer semillas que se encuentren en peligro de desaparición por contingencias ambientales o de otro tipo.

En el caso del maíz, se tiene un acervo de los materiales en centros de conservación y en bancos comunitarios, donde los mismos agricultores intercambian semillas de los maíces criollos, porque son ellos los que han conseguido –a través de cientos de años de trabajo- la preservación y diversificación de este cultivo.

En este sentido, el SNICS fomenta las ferias de intercambio de semillas y contribuye a crear un entorno apropiado para repartir de manera equitativa los beneficios de los recursos fitogenéticos entre los mexicanos, subrayó Enriqueta Molina.

La directora general del SNICS destacó que aún hay muchas áreas por explotar, mucho potencial de investigación y desarrollo en cultivos como amaranto, romeritos, verdolagas, quelites y especies frutales.

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