Desigualdad de ingresos en agro=Ecuación difícil de resolver para nuevo gobierno
La brecha es tal que el productor más “pujante” gana 1,000% más que un campesino pobre y sólo 0.3% obtiene 11.7 mdp al año.
Uno de los retos que tiene el nuevo gobierno en el sector agropecuario es reducir la desigualdad que persiste entre las Unidades Económicas Rurales (UER), que incursionan débilmente al mercado y los agricultores comerciales, que se han consolidado, principalmente, en el norte del país. La distancia es aún mayor respecto a los ingresos que perciben las grandes agroindustrias.
De las 5.3 y 5.4 millones de UER que existen en territorio mexicano, 1.1 millones son unidades de subsistencia sin vinculación al mercado, que abarcan 22.4 por ciento del total, cuyo nivel de activos productivos es de 4 mil 250 pesos, de acuerdo con el Diagnóstico del sector rural y pesquero de México 2012, elaborado en forma conjunta por la FAO y la Sagarpa.
Un segundo estrato (E2) es el familiar de subsistencia con vinculación al mercado, donde se ubican 2.6 millones de UER, quienes representan el 50.6 por ciento del total en el país, que tienen ingresos inferiores a los 55 mil 200 pesos al año y cuyos activos productivos representan 42 mil 300 pesos. Para complementar sus ingresos realizan actividades no agropecuarias de menor escala y la venta de servicios de mano de obra asalariada.
Dentro de los productores que se encuentran en un nivel empresarial, el Diagnóstico refiere que las UER en transición (E3) son 442 mil 370, que representan 8.3 por ciento del universo en el país, las cuales registran ventas promedio por 73 mil 930 pesos al año y un nivel de activos productivos de 141 mil 985 pesos, donde 66.2 por ciento observan problemas de dotación de estos últimos.
En el estrato empresarial con rentabilidad frágil (E4) se cuentan 528 mil 355 UER, que significan 9.9 por ciento del total en el país, mismas que tienen ventas promedio de 151 mil 958 pesos por año y son consideradas como “un estrato empresarial con rentabilidad frágil”.
El estrato empresarial pujante (E5) está compuesto por 448 mil 101 UER, que representan 8.4 por ciento del total nacional, que alcanzan ventas promedio de 562 mil 433 pesos por año. Empero estas unidades productivas pueden alcanzar ventas máximas superiores a los 2 millones de pesos al año.
De acuerdo con los datos del Diagnóstico, existe un estrato empresarial dinámico, que apenas representa el 0.3 por ciento del total de las UER, pero que genera ventas promedio por 11 millones 700 mil pesos por año; aunque sus ingresos máximos pueden elevarse hasta 77 millones 400 mil pesos.
Pobres+pobres
El Diagnóstico abunda en que en el nivel E1, 80 por ciento de las unidades cuenta con ingresos iguales o menores al umbral de la pobreza alimentaria y 90.1 por ciento por debajo de la pobreza patrimonial. Además, su fuente de ingresos más importante son los apoyos gubernamentales, con 28 por ciento, seguida de la venta de mano de obra, 16.5 por ciento y apoyos familiares, tanto al interior como del exterior, con 7.4 por ciento, entre otros.
El principal problema que enfrenta el estrato E2 es el de pobreza de capacidades, ya que 83.5 por ciento tiene ingresos anuales netos menores a 32 mil 885 pesos, que es el umbral de este indicador establecido por el Coneval para 2008.
El principal reto del nivel E3 es la débil rentabilidad, ya que 59.8 por ciento de las unidades productivas tienen una relación-costo beneficio menor o igual a uno, lo cual genera mayor vulnerabilidad ante cualquier efecto externo –caída de precios, baja en la demanda, eventos climatológicos– que puede llevar a la quiebra del negocio.
Respecto al estrato E4, el estudio anota que su problema principal es la frágil rentabilidad, ya que si bien 52 por ciento de las UER en este nivel tienen una relación costo-beneficio mayor a uno, 61 por ciento no supera la relación necesaria para cubrir el costo de oportunidad del capital. Además, 54 por ciento no genera ingresos netos para cubrir la depreciación de sus activos.
Dentro del nivel E5 también se observa como principal problema, la competitividad frágil, dado que si bien 44.3 por ciento tienen un rendimiento mayor a la tasa de interés activo, esta proporción no alcanza a todo el grupo. Esto porque si bien existen altos niveles de ventas, éstas se concentran en el mercado nacional donde los márgenes de ganancia han sido afectados por el entorno macroeconómico adverso.
El estrato E6 es el más competitivo y tiene una mayor proporción de sus ventas orientada al exterior –94.5 por ciento–, pero enfrenta el reto de ajustarse continuamente a la situación cambiante en los mercados internacionales, de otra forma subsiste el riesgo de pérdida de competitividad en el mediano plazo.