Afectación por roya del café puede traducirse en un problema social
Representa una amenaza para las plantaciones de café en México, sobre todo porque 80% de éstas han envejecido.
La roya representa una amenaza para las plantaciones de café en México, sobre todo porque 80 por ciento de éstas han envejecido. Si no se atiende, además de un problema económico puede convertirse en uno de tipo social, porque la mayor parte de los 470 mil cafeticultores del país son minifundistas, advierte Alfredo Moisés Ceja, productor de café en Chiapas, quién se pregunta: ¿qué van hacer si la mayoría de las plantaciones están afectadas?
El director de la empresa exportadora Montegrande –cuya finca produce café desde 1917— estima que de las 600 mil hectáreas cultivadas de café en México, “al menos 50 por ciento ya están afectadas o a punto de afectarse”, ya que la roya es una espora que puede ser llevada por el viento o ser transportada a través de los mismos trabajadores en la ropa de una plantación a otra.
En Chiapas, expone, existen 200 mil hectáreas (has), lo que representan 35 por ciento de la producción nacional, de las cuales 160 mil son plantaciones envejecidas, que están en peligro ante la presencia del hongo, situación que se acentuará en temporada de lluvias.
Alfredo Moisés expresa que los productores de café en México tienen en promedio entre una y dos hectáreas y sus ingresos dependen en gran medida de la actividad cafetalera, que produce al país 900 millones de dólares por exportación
El cafeticultor consideró que ante la presencia de la enfermedad se tienen que replantar y buscar variedades con resistencia a la roya, lo que no implica cambiar a otras diferentes a la arábiga –valorada por su calidad en los mercados internacionales–, ya que dentro de ésta hay variaciones resistentes al hongo, como los Catimores.
Por otra lado, Moisés Ceja anota que el precio del café es bajo y el mercado aún no ha absorbido bien la dimensión del problema, lo que se refleja en bajos precios del aromático.
El Senasica –refiere– ha tenido pláticas con técnicos para ver de que forma se puede atacar el problema pero no se ha visto actividad y en el tiempo de lluvias se puede incrementar el problema de la roya, por lo que es una “situación de emergencia”, se debe atacar y no se ha hecho.
Alfredo Moisés expone que el problema de la roya en el café es demasiado serio, al grado que en Londres la Organización Internacional del Café, los países productores de café de Centroamérica manifestaron estar muy preocupados por este problema y están buscando variedades de resistencia a la roya.
Con base en su experiencia como productor –la mitad de sus fincas tienen variedades resistentes a la roya–, sugiere trabajar en la concientización del productor sobre el problema que se está viviendo; buscar plantas resistentes a la roya; realizar un combate muy fuerte y preventivo en los lugares donde todavía no les ha afectado; aplicar fungicidas adecuados para atacar el hongo; limpiar los cafetales y desombrarlos.
El empresario cafetalero recuerda que México estaba produciendo seis millones de sacos y ahora sólo 3 millones 200 mil sacos y considera que “al paso que vamos con el caso de la roya nos podemos convertir en un país importador de café”.
