Enfrentar la pobreza es la única manera de vencer el hambre: Kirchner

La pobreza yace en la raíz del hambre, y políticas estatales activas dirigidas a erradicar la desigualdad son la forma más eficaz para erradicar la malnutrición, dijo la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, hoy en la FAO.
“Los que sufren hambre son quienes no pueden comprar alimentos, por lo que creemos que hay que centrarse en ellos “, dijo Kirchner a los representantes de gobierno reunidos en la Conferencia bianual de la FAO.
En un amplio discurso, Kirchner también llamó a los estados a realizar intervenciones activas encaminadas a desmantelar los aranceles y las barreras en el comercio mundial de alimentos, junto con regulaciones más estrictas sobre los instrumentos financieros vinculados a las materias primas agrícolas para evitar la especulación.
Antes de la intervención de la Presidenta, el Director General de la FAO, José Graziano da Silva elogió a Kirchner por el progreso excepcional de Argentina en la lucha contra el hambre.
La prevalencia de la subalimentación en Argentina está por debajo del 5 por ciento de la población, según el Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, publicado el mes pasado.
Argentina es un importante exportador de alimentos, país que según señaló Kirchner tiene la capacidad de producir alimentos para más de 400 millones de personas, 10 veces su población. También dijo que espera que la cosecha principal de granos de este año rompa un nuevo récord.
Pero la distribución, y no la producción, es la clave para la lucha contra la malnutrición en el mundo, dijo Kirchner. “Realmente creemos que el problema del hambre radica en la desigual distribución de la riqueza.”
Kirchner recordó los programas claves implementados por su gobierno y el de su marido, quien llegó al poder después de la crisis económica de 2003, la cual empujó al 40 por ciento de la población a la pobreza.
Un programa nacional de alimentos se lanzó de inmediato, seguido de un impulso para crear puestos de trabajo industriales con salarios mínimos robustos, y luego en 2009 un sistema de prestación universal por hijo para más de 3 millones de jóvenes y sus familias, cuyo costo total es de alrededor del 0.5 por ciento del producto interno bruto.
La FAO aboga por esquemas de protección social de este tipo como una pieza clave en la lucha contra el hambre, destacando su papel crítico en los países que lograron el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad las tasas de subalimentación en las últimas dos décadas.
Kirchner señaló que el programa de gasto público generó una gran demanda que catalizó un mayor crecimiento. “De esta manera nos hemos convertido en una de las sociedades más igualitarias”, señaló.
Kirchner sugirió que las naciones en vías de desarrollo se centren en realizar inversiones en infraestructura básica, como los sistemas de agua limpia y sistemas de alcantarillado, sin los cuales los sistemas de salud pública son menos eficaces.
Las políticas agrícolas deben apuntar a mejorar la eficiencia de la producción, pero las tendencias proteccionistas no ayudan a la seguridad alimentaria, dijo Kirchner, alegando que las naciones ricas a menudo usan altos aranceles y regulaciones de salud cuestionables para bloquear las exportaciones argentinas.
Fuente: FAO