Acuerdo regional de erradicación del hambre rinde frutos en ALyC
Santiago de Chile – Una ley nacional de seguridad alimentaria en República Dominicana, y estrategias regional para la reducción de las pérdidas y desperdicios alimentarios y un programa de resiliencia contra la sequía en el corredor seco centroamericano, son algunos de los frutos que está rindiendo el principal acuerdo regional de lucha contra el hambre, señaló hoy la FAO.
Se trata del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, que busca acabar con el hambre en toda la región al año 2025.
Entre el 1 y el 3 de agosto, en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, ministros de toda la región analizarán los avances de la implementación del plan y los principales retos de la seguridad alimentaria regional.
“El plan puede crear un verdadero patrimonio para las generaciones futuras, una hoja de ruta que indica el camino hacia un futuro sin hambre ni pobreza”, señaló Raúl Benítez, Representante Regional de la FAO.
Los ministros de los países de CELAC también debatirán el impacto del cambio climático sobre la seguridad alimentaria regional basados en un nuevo estudio de FAO, CEPAL y ALADI, que será presentado el martes 2 de agosto.
Nuevas leyes nacionales de seguridad alimentaria
El plan de seguridad alimentaria de CELAC enfatiza la necesidad de que los países desarrollen leyes nacionales de seguridad alimentaria, para garantizar el derecho a la alimentación de sus poblaciones.
Según Benítez, República Dominicana dio un paso decisivo hacia la erradicación del hambre este año, al aprobar su nueva Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Dicho país se sumó a los ocho que ya poseen este tipo de leyes en la región, claves para dar fuerza a la lucha contra el hambre: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua y México.
Reducir a la mitad los desperdicios y pérdidas alimentarias
Según la FAO, con los alimentos que se pierden en la región se podría alimentar al 37% de quienes sufren hambre a nivel global.
Para acabar con el desperdicio y las pérdidas, en el marco del plan CELAC, los gobiernos establecieron una Red de Expertos, una Estrategia Regional y una Alianza Regional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos.
“Estos acuerdos buscan reducir a la mitad los desperdicios alimentarios al año 2030, que a nivel regional alcanzan 127 millones de toneladas de alimentos al año, 223 kilos por cada uno de sus habitantes”, dijo Benítez, señalando que la región busca convertirse en un líder global en la lucha contra el desperdicio.
Sequía en el corredor seco y preparación ante desastres
En el marco del plan de seguridad alimentaria de CELAC, los países del corredor seco de Centroamérica, están apoyando la resiliencia de sus comunidades rurales mediante acciones de adaptación al cambio climático y la sequía.
“3,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y 1,6 millones viven en situación de inseguridad alimentaria en El Salvador, Guatemala y Honduras” dijo Benítez, llamando a los países a fortalecer su cooperación Sur-Sur a través del plan CELAC, para responder a esta situación.
La FAO está apoyando a la CELAC a desarrollar una estrategia regional de gestión de riesgos de desastres para el sector agrícola y para la seguridad alimentaria, ya que los desastres causaron daños por USD 34 mil millones en la región entre 2003 y 2014, afectando a 67 millones de personas.
“Con la adecuada reducción del riesgo, los países miembros de CELAC pueden fortalecer su seguridad alimentaria y construir sistemas agrícolas resilientes, mejorando la capacidad de millones para enfrentar amenazas”, explicó Benitez.
Sistemas públicos de abastecimiento de alimentos
El plan de CELAC llama a fortalecer los programas de abastecimiento de alimentos, revitalizar las compañías de abastecimiento y centrales de abasto y fomentar las reservas de alimentos.
Benítez destacó la creación de la primera red regional de sistemas públicos de abastecimiento y comercialización de alimentos, como un logro concreto del plan CELAC.
“Estos sistemas permiten generar una oferta estable de alimentos y facilitar el acceso a comida para la población más vulnerable” explicó Benítez, llamando a más países a sumarse a los miembros actuales: Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador y San Vicente y las Granadinas.
Incorporar el enfoque de género en la lucha contra el hambre
Las desigualdades de género son uno de los temas principales que subyacen la inseguridad alimentaria de la región.
FAO está apoyando al Grupo de Trabajo de Adelanto de la Mujer de la CELAC, desarrollar una estrategia de género para el plan de seguridad alimentaria de la CELAC, que será presentada en noviembre en República Dominicana.
Esta permitirá incorporar el enfoque de género en las principales acciones e iniciativas de lucha contra el hambre en la región, empoderando a las mujeres rurales.
“Esta es sólo una pequeña muestra de todo lo que hemos avanzado en tan sólo dos años. Los resultados alcanzados demuestran que erradicar el hambre es una meta posible si se cuenta con el compromiso político adecuado”, dijo Benítez.
El Representante Regional de la FAO concluyó señalando que la ejecución plena del plan de seguridad alimentaria de la CELAC es “la mejor herramienta para alcanzar hambre cero al año 2025”.