Imponer condiciones a fructosa de EU equiparables a las que se aplican a azúcar mexicana, exigen cañeros
En el marco de la renegociación del TLCAN, México debe plantear que las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa tengan condiciones equiparables a las impuestas al azúcar mexicana en los acuerdos de suspensión que se tiene con los Estados Unidos, expuso el presidente de productores de caña de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), Carlos Blackaller Ayala.
Al participar en las audiencias públicas sobre la modernización del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) a la que convocó la Secretaría de Economía (SE) –a sólo uno días de que inicien las negociaciones con sus contrapartes estadounidense y canadiense–, el dirigente manifestó que los cañeros “padecemos” importaciones de fructosa de maíz “bajo evidentes prácticas de comercio desleal”, identificadas como dumping, situación formalmente reconocida por el propio titular de dicha dependencia, Idelfonso Guajardo Villarreal.
Por ello, propuso que en este proceso de renegociación y modernización los negociadores mexicanos exijan la inclusión de mecanismos para corregir y evitar el ingreso de fructosa estadounidense a México bajo prácticas desleales de comercio.
Con esto se evitarán “practicas depredadoras de mercado” que desplazan la producción nacional de azúcar de caña y generan perdidas de oportunidad de ingresos por 4 mil 800 millones de pesos por ciclo, mermando el ingreso de 180 mil familias productoras de caña y comprometiendo el futuro de mas de 500 empleos directos que genera la agroindustria en 230 municipios de 15 entidades del país.
Blackaller Ayala comentó que los acuerdo de suspensión para aplicar aranceles a las exportaciones de azúcar mexicana que ingresa a los Estados Unidos han generado, en el capítulo de edulcorantes del TLCAN, una deformación en la mutua relación de desarrollo de libre comercio entre México y Estados Unidos.
Dichos acuerdos –explicó– imponen excesivas prácticas regulatorias que conllevan favorecer a la industria refinadora de azúcar estadounidense, además inhibe la incorporación de procesos y creación de empresas que incorporen tecnología, innovación y agregación de valor en la cadena productiva de la caña de azúcar y operan en detrimento del desarrollo sustentable.
Hizo hincapié en que México no debe aceptar retroceder en materia de negociación de controversias y tiene que defender la vigencia del capítulo 19 del TLCAN; incluso los poderes Ejecutivo y Legislativo deben revisar toda la legislación en materia de comercio exterior a fin de que nuestra planta productiva nacional goce de las mismas ventajas que las de legislaciones de los países socios brindan a sus productores.
Subrayó que México debe contar con mecanismos legales para hacer expedito el proceso de investigación de prácticas desleales de comercio y mecanismos claros que obliguen al Ejecutivo para proceder de oficio ante practicas de dumping evidente.
Los retos que plantea la revisión del TLCAN estriban en eliminar las barreras y las prácticas que distorsionan el mercado, logrando un acceso abierto, equitativo y recíproco que brinde seguridad jurídica en la relaciones comerciales, óptimo funcionamiento de los mecanismo de solución de controversias, expandir las oportunidades mercado de los productos alimentarios mexicanos y eliminar las barreras discriminatorias que limiten el acceso de los productos agrícolas al mercado de los Estados Unidos.