Autosuficiencia hídrica de México requiere inversión sexenal de 475 mmdp, proyecta equipo de AMLO
Uno de los retos “grandes retos” que contempla la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es “encaminar” al país a alcanzar la autosuficiencia hídrica, para lo cual estima una inversión de 475 mil millones de pesos (mmdp) durante todo el sexenio.
El proyecto contempla tres grandes ejes de acción: 1.-Proyecto de mejora de la infraestructura hidroagrícola hacia la autosuficiencia alimentaria. 2.-Proyecto de aseguramiento de la disponibilidad de agua potable. 3.-Proyecto de mejora de la eficiencia en la distribución urbana del agua (MEDU).
De acuerdo con el Proyecto de Nación 2018-2024 “el proyecto de autosuficiencia hídrica tiene como fundamento primordial ser generador de bienestar, de salud, de desarrollo y de productividad mediante la implementación de líneas de acción en los diferentes ámbitos de competencia como los son: el sector hidroagrícola, el abastecimiento de agua potable para los sectores urbano e industrial, el mejorar la eficiencia y la disponibilidad del agua, así como potenciar la generación de energía hidroeléctrica”.
El documento refiere que en México se destina al sector agrícola 77% del agua disponible en el país; 14% al sector urbano y 9% al sector industrial.
Con base en información de la Conagua, indica que en la zona norte del país, en donde habita 77% de la población y que genera 79.8% del PIB, cuenta con tan sólo 33% de los escurrimientos totales; mientras que la zona sur-sureste, con 23% de la población, y una generación del 20.2% del PIB, cuenta con 67% de los escurrimientos.
Por ello, señala que existen dos grandes retos: Satisfacer en la zona norte la demanda de agua, mediante el mejoramiento de la eficiencia en su uso, así como asegurar la disponibilidad de la misma para el crecimiento futuro y, también incrementar la productividad en las zonas del sur-sureste, aprovechando entre otros factores la disponibilidad del recurso hídrico.
Sobre el uso urbano, anota que la infraestructura hidráulica en la mayoría de las ciudades es obsoleta o bastante ineficiente en su operación y distribución, generando grandes pérdidas, que en muchos casos van del 30 al 50 por ciento.
Además, agrega, la falta de equipamiento, en general, no permite el adecuado control y medición del servicio, con los consecuentes bajos niveles de eficiencia tanto operativa como comercial, todo lo cual redunda en organismos operadores incapaces de mantenerse a sí mismos.
