Emmanuel Rincón Vázquez es un joven que está rompiendo paradigmas en el campo mexicano. Su abuelo heredó a su padre una finca cafetalera que arrastraba muchos problemas de fertilidad; ahora él como agrónomo de profesión la esta transformando y ya logró duplicar la producción en sólo dos ciclos, con el plus de cosechar un café de especialidad por el cual obtiene un alto precio en el mercado.
Estudió agronomía en la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana de Jalapa y regresó a innovar con sus conocimientos en la finca La Esperanza, ubicada en La Laja, Veracruz, y ahora produce 30 quintales de café oro o verde por hectárea (7,500 kilos de café cereza), muy por encima de los 16 quintales que en años se llegaban a tener.
En 2012, Emmanuel comenzó a aplicar fertilizantes de la empresa Yara, “no sin desconfianza”, pero tuvo buenos resultados, ya que antes tenían variables de rendimiento muy altas cada dos años y la cosecha bajaba hasta 50 por ciento; pero mejorando la nutrición, con prácticas culturales y variedades tolerantes a roya (Costa Rica o Marsellesa o Colombia), lograron mantener 75 por ciento de ésta.
Los resultados al aplicar dicho insumo en sus parcelas –que tienen densidades de 4,200 plantas por hectárea– se vieron a partir del segundo año, ya que antes aplicaban urea o sulfato. “No teníamos una nutrición tan balanceada en las plantas”. Por esto último, el hongo de la roya los afectó mucho en 2013, cuando apenas cosecharon 10 quintales por hectárea.
Su finca cafetalera, que data de 1954, conjunta alrededor de 90 hectáreas repartidas en diferentes áreas y dada la calidad de su café de especialidad surten a clientes en la Ciudad de México, Chiapas, y Monterrey.
Emmanuel Rincón coincidió con Rodrigo Prom, Gerente de Marketing de Yara, en señalar que una buena nutrición incrementa los volúmenes de producción, le da muy buena calidad al aromático y éste se vende a otro precio al ser café de especialidad.
Prom destacó que una planta bien nutrida, con todos los elementos que necesita, puede resistir mejor en caso de que se presente una enfermedad. También indicó que en México se fertiliza sólo 17 por ciento de los cultivos, por lo que el área de oportunidad es muy grande.
Destacó que su empresa le apuesta con sus productos tanto a la productividad como a la calidad, donde los cafés de especialidad alcanzan altos precios.
El directivo de Yara indicó que el año pasado la producción de café fue de 2.3 millones de sacos y para 2018 se estima en 3.5 millones y en esto tiene que ver el trabajo de toda la cadena del sector cafetalero, donde está la buena nutrición.
Rincón Vázquez expresó que su papa estaba acostumbrado a la agricultura antigua de fertilizar mucho, casi sin conocer lo que hay en el suelo; con los conocimientos análisis ahora sabemos que hay allí abajo y en eso nos basamos para nutrir la planta. “Es como cambiar el chip a mi papá para empezar algo nuevo, diferente”.
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La entrevista con Emmanuel Rincón se realizó en el marco la Cumbre Latinoamericana del Café 2018 –que se efectuó del 10 al 12 de agosto en Puebla–, donde se dieron a conocer a los 12 finalistas del 2º Concurso Nacional de la Calidad de la Taza que organizó Yara Champion Program y que en la siguiente ronda el café de la finca de este joven cafeticultor obtuvo el primer lugar.
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Los otros finalistas fueron: Emilia Sánchez Sandoval (Guerrero), Marisela Sampieri García (Veracruz), Sofía Sánchez Nava (Guerrero), Joel Lucena Espinosa (Guerrero), León Mendoza Odilón (Guerrero), Juan Zacarías Morán (Guerrero), Ricardo Rincón Cabrera (Guerrero), Enrique López Aguilar (Oaxaca), Ildorfo Javier Aguilar (Guerrero), Hazetl Berenice Molina Rivera (Chiapas), Abad Piza Magaña (Guerrero).
