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Productores descafeinados: reciben 2% por cada taza de café

Una taza de café cuesta 20 pesos en promedio en la Ciudad de México, pero el productor no recibe ni 2 por ciento de lo que paga el consumidor final por el aromático.



Es cierto que los mayores costos en una cafetería y otros expendios de café son el local, personal y otras cuestiones, pero que si al productor le llegará 4 por ciento cuando menos de dicho precio, ello no afectaría a los consumidores ni a los expendedores.

Así lo señala el asesor general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), Fernando Celis Callejas, quien recalca que el problema central es la estructura de comercialización e industrialización en los ámbitos internacional y nacional con pocas grandes empresas transnacionales que imponen el que se utilice como referencia la Bolsa del Café de Nueva York.

Con precios por debajo de los 100 dólares las 100 libras en la Bolsa del Café de Nueva York,aun cuando mejoraron los precios en físico de los cafés arábigos lavados –como los que se producen en México–, los precios a pagar a los productores en la próxima cosecha de México no llegarán a mil 500 pesos el quintal de pergamino y a 5 pesos el kilo de cereza en las regiones de mayores precios.

Insiste en que se registra una disminución, en términos reales, no menor al 50 por ciento en relación a la cosecha antepasada. En el mismo periodo, en los Oxxos (14 mil establecimientos en el país) un vaso de café mediano pasó de 13 a 17 pesos, aun cuando parte de lo que venden es de café robusta y probablemente también cafés arábigos lavados inferiores de menor precio (desmanches, dañados y otros).

Fernando Celis comenta que se atribuye la baja de precios a la excesiva especulación de fondos de inversión en la Bolsa del Café de Nueva York con niveles récord de interés abierto, de movimientos diarios y de posición bajistas, además impacta la fortaleza del dólar, la “aversión al riesgo” de capitales especulativos por los recientes conflictos comerciales y geopolíticos, también la fuerte devaluación de la moneda brasileña (Real) por el conflicto político de las elecciones presidenciales de octubre y que puede llevar a un aumento de las exportaciones de una cosecha récord que probablemente no fue menor a los 62 millones de sacos.

El experto se pregunta porqué los países productores de café no establecen una mayor cooperación con medidas que aminoren los efectos de mercados tan especulativos como ha ocurrido en el caso del petróleo.

En su análisis, refiere, se observa que varios países impulsan fuertes aumentos de la producción que en conjunto no corresponde a la evolución del consumo mundial de café; Brasil había anunciado para estos años 70 millones de sacos que no se logró por varios años de sequía; Colombia manejo que iban a llegar a 20 millones de sacos y de Honduras se manejaban 10 millones de sacos; los gobiernos de Filipinas y de Indonesia quieren llegar a los niveles de Vietnam, que producirá más de 30 millones de sacos el próximo ciclo.

En México –agrega– en estos años, la Sagarpa ha promovido que en 400 mil hectáreas se produjeran 33 quintales por hectárea y un subsecretario decía que después podrían ser 50 quintales por hectárea.

El experto también hace referencia a que en julio del 2017, en Medellín, Colombia, se acordó impulsar un Foro Mundial de Productores de Café, que se formó después con representantes de los tres continentes, y en abril de este año en una reunión en México se acordó que se convirtiera en una asociación más formal y se tendrá otra reunión en el marco de la sesión de la O.I.C., del 17 al 22 de septiembre en Londres.

Es necesario que exista mayor decisión en buena parte de los países productores para impulsar acciones conjuntas en la búsqueda de precios remunerativos para los productores de café, considera Celis.

Para el analista: “es preocupante que en México funcionarios de la Sagarpa solo informen y consulten con más detalle a representantes de la gran industria y comercializadores. Se ve el manejo de las pláticas con otros países productores de café como si fuera un negocio privado, excluyendo a la representación del sector productor de café, por lo que ya se ha calificado como un secuestro de intereses particulares de la representación e incluso con términos más duros, para un gobierno que de hecho ya inició la entrega formal de sus acciones y funciones al nuevo gobierno electo. Muchos se preguntan porque desde el sector productor se ha permitido esto y se señala que debe terminarse con esta situación”.

Manifiesta que productores y asociaciones han impulsado mercados de mayores precios como los de Comercio Justo, orgánicos, orígenes, y es necesario que aumenten estos mercados pero la mayoría se mueve todavía en los convencionales.

Por lo anterior es necesario que el sector productor de café de México se involucre más en el Foro Mundial de Productores y se impulsen acciones conjuntas para mejorar los precios del café. En el caso de México deben revisarse y en su caso limitarse las importaciones de café principalmente las de cafés llamados inferiores de menor precio, que impactan negativamente en los precios internos pagados a los productores, finaliza Fernando Celis.


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