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Resistencia contra la extinción, arroceros de Morelos

REPORTAJE ESPECIAL, Ernesto Perea, enviado

Jojutla, Morelos.- El zumbido de la moscos aturde los oídos de los visitantes en los campos inundados donde se cultiva aún en forma artesanal el arroz Morelos. En estas tierras donde los agricultores resisten a las importaciones baratas de arroz asiático y la competencia contra la siembra de caña de azúcar, altamente rentable, se observa un par de labriegos realizando labores en su pequeña pacerla cubierta por agua.

En esta región la producción se ha pulverizado tanto que aquí en vez de sembrar hectáreas (10 mil metros cuadrados) cultivan “tareas” (mil metros cuadrados). Por estos días el sol es tan es intenso que fácilmente quema la piel de quien no acostumbra andar por estos lares.


Previo a la siembra los arroceros hacen los bordos para que el agua se estanque y no arrastre la semilla. Una y otra vez los agricultores arrojan la semilla para dejar que se remoje. El trabajo es a mano, totalmente artesanal. Será por esto y por las bondades de la tierra que después de que se cosecha y se beneficia el arroz Morelos alcanza la más alta calidad, por lo cual obtuvo la Denominación de Origen (DO), cuya declaratoria se emitió el 26 de febrero de 2012 que protege tres variedades, Morelos A-92, Morelos A-98 y Morelos A-2010; pero es hasta el 25 de enero de 2017 cuando se publicó la norma oficial mexicana que las proteje.

Al pie de esta parcela inundada, www.imagenagropecuaria.com platica con Jesús Solís Álvarado, director del Consejo Regulador del Arroz del estado de Morelos, , quien señala que en la región sur poniente de la entidad se cultivan entre 250 y 400 hectáreas, depende del tiempo y la rotación de cultivos arroz-caña. El año pasado, que fue el peor, los productores de arroz de la entidad, que suman 600, aportaron siete mil toneladas. El promedio del año 2000 a la fecha era de 20 mil toneladas y hoy queremos recuperarnos y llegar a ese volumen en tres o cuatro años.

El también presidente de la Unión de Productores de Arroz del estado de Morelos hace hincapié en que la DO es importante para que la gente no se confunda porque en el mercado se comecializa arroz “tipo Morelos” como si fuera el auténtico Morelos y esta distinción sirve para que la gente lo diferencie. “Muchas veces se mezcla y a la hora se cocerlo se bate y la gente piensa que ya no sabemos producir. Esto nos pega. Estamos buscando como aprovechar esta distinción. La intención es poder vender el arroz a mejor precio, que se pague diferente. Hoy si se paga un poco más, pero no como quisieramos por la calidad que tiene”.

El arroz filipino –añade– se vende entre 20 y 22 pesos y el Morelos de 28 a 30 pesos al consumidor final. Hoy al productor le pagan 5 mil pesos por tonelada , pero tenemos que pagarle mínimo 6 mil pesos. “Nuestra cosecha es limitada y artesanal, por lo queremos ponerle un empaque para diferenciarlo”.

La productividad que obtienen los arroceros morelenses, en promedio, es de ocho a 10 toneladas por hectárea contra el promedio nacional de seis toneladas. “Estamos en primer lugar en rendimiento, pero no en costos; no podemos compararnos con estados como Campeche o Veracruz donde un productor tiene mínimo 50 hectáreas. Los costos de producción salen porque nosotros mismos trabajamos en la parcela. Somos nuestros propios patrones”.

Según la ubicación geográfica de la entidad hay meses específicos para cultivar este grano; en la parte oriente y centro del estado se hace el trasplante en el mes de marzo y la cosecha en agosto, en la parte sur poniente en abril y se termina en junio, mientras que la cosecha se comienza en septiembre y finaliza a mediados de noviembre

Don Urbano Flores, arrocero de avanzada edad, explica que en la zona “ha bajado el número de productores, porque antes se echaba más arroz. Hace diez años éramos 30 arroceros y ahora sólo somos tres dando lata todavía y como pagaban barato el arroz y luego no salía para los gastos y todo, dejaron de echar arroz”.

Para él la competencia de otros países no ha sido tan dura, “porque se llevan nuestro arroz y lo revuelven, porque este es mejor y por allá le ponen la marca de Morelos; pero no es igual”.

Dañan más las importaciones que los pájaros

Fotos: ERNESTO PEREA

Del hambre voraz de los pájaros los labriegos protegen sus cultivos ocultando la semilla debajo de la tierra y con trampas, pero de la competencia global de importaciones muy poco pueden hacer, porque del consumo nacional que es de entre un millón y un millón 150 mil toneladas, sólo 200 mil toneladas –incluyendo todos los tipos de arroz— se producen en territorio nacional, es decir, 85 por ciento es producto importado.

El Estado de Morelos produce un promedio de 11 mil 500 toneladas con denominación de origen lo equivale al 1 por ciento del total. “Esto se debe a que en Jojutla las familias productoras cultivamos y cosechamos a mano el grano”, asevera Jesús Solís.

Los arroces importados de Vietnam nos pega completamente, porque el poder adquisitivo de la ama de casa no da para que compre un artículo de calidad, aunque eso le pegue a la producción nacional”, recalca.

Por las importaciones de arroz procesado –añade– se cayó el mercado y de 15 mil toneladas que teníamos, no podíamos deplazar 2 mil y esto ocasionó que no pagaramos los créditos que habíamos solicitado.

Al referirse a las negociaciones comerciales que hace el gobierno mexicano con otros países, Solís expresa: “pensamos que no nos está protegiendo, como que somos la moneda de cambio. Cuando Trump dijo que ya no le iba a vender alimentos y granos, el gobierno de México le demostró que en un mercado globalizado no necesitábamos de Estados Unidos; abrieron las importaciones de arroz asiático, pero quién pagó esa demostración fuimos los arroceros porque dejamos de comercializar”.

No hay esa cultura de otros países de pensar en el productor nacional, están pensando en que la gente coma barato, aunque esto signifique perder jornadas de trabajo, que la gente del área rural se vaya a la ciudad y otros parte a la delincuencia sino tiene trabajo”. Una hectárea se arroz produce 160 jornales a 150 pesos, es decir, 24 mil pesos por ha.

En los caminos de terracería se observa como los camiones trasladan la caña de azúcar constantemente, ya que es un cultivo de alta rentabilidad. “empezamos a ganar más como cañeros y los ejidatarios dicen: yo no volteo mi caña para sembrar arroz. Porque los cañeros tienen seguro social y prefieren seguir cotizando y tener buen ingreso que estar rotando su cultivo para arroz. Y es que, precisa, la rentabilidad en el arroz es de 5 a 10 por ciento y en caña de alrededor del 300 por ciento.

Esta rotación explica en parte porque los arroceros no han desaparecido, pero “de 300 productores que había ahora sembramos arroz sólo 50 y el resto está en la caña”, anota Solís.

Lo que el sismo pulverizó

En un recorrido por el molino se constató como el sismo del 19 de septiembre del año pasado derrumbó algunas bardas y aunque la maquinaria no fue afectada en su totalidad se redujo a 65 por ciento su operación, por lo que sólo se procesaban 400 toneladas y se tuvo que recurrir a otros molinos.

Molino de Jojutla

Por el temblor cuatro molinos arroceros fueron severamente afectados, se estima que quedaron varados 300 productores y las pérdidas suman 30 millones de pesos en infraestructura Una parte se recupera por seguro y otra gobierno del estado, de acuerdo con los arroceros, quienes esperan reestabler su producción al 100 por ciento en 2019.

Jesús Solís resume que el arroz no ha crecido en superficie por la piratería, por la competencia desleal, porque el ama de casa no puede pagar la calidad de nuestro grano, porque no lo hemos metido a un mercado distinto. “Como productores decimos que producimos el mejor arroz del mundo, pero nadie lo sabe. No hemos atacado el mercado que si puede pagar la calidad de nuestro arroz”.

Apunta que para cambiar la dependencia del exterior se hacen esfuerzos en el Consejo Mexicano del Arroz y el Sistema Producto Nacional, impulsando la investigación de nuevas variedades para ver cómo revertimos esa parte.

En la parcela Don Urbano señala que cultivar arroz “no se nos hace dificultoso nada, porque ya sabemos lo que vamos hacer y aplicarle al arroz. Nosotros ya sabemos todos los trabajos. El de Jojutla es el mejor arroz, pero hay que meterle gasto para que haya rendimiento, de lo contrario no hay nada”.

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Arroz del Estado de Morelos
*Es el único de México que cuenta con DO, con el objetivo de proteger la planta, la semilla y el grano de este cereal. Esta reconoce las características de alta calidad que posee, tales como su siembra artesanal, la naturaleza del suelo y el clima.
* El tipo de arroz protegido es el Palay, Palay Integral o Moreno y Palay pulido.
*Ha recibido reconocimientos mundiales como la medalla de plata en París, Francia, en Alemania fue considerado el de mejor clase y la Arrocera de Jojutla recibió “El Gran Prix Internacional a la Calidad” en Madrid, España.
 *Algunas marcas con DO son: Perseverancia, en Jojutla; Buenavista, en Cuautla; Soberano, en Puente de Ixtla; Garza de Oro, en Coatlán del Río y Flor de India de Morelos, en Emiliano Zapata.
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ERNESTO PEREA

Periodista especializado en temas agropecuarios y agroalimentarios. Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, otorgado por el CONACYT. En la actualidad director del portal web www.imagenagropecuaria.com Autor del libro Voces y vivencias del movimiento orgánico Ha colaborado con las revistas editadas por el Grupo Expansión. Ha sido consultor de la FAO. Brinda servicios de comunicación, información, análisis y consultoría para diversas empresas e instituciones. Correo electrónico: editor@imagenagropecuaria.com

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