Uso sostenible de la maquinaria en la agricultura africana
La FAO y la Unión Africana (UA) presentaron un nuevo documento marco que pretende aumentar la eficiencia de la agricultura y reducir las labores más fatigosas, ayudando a los países de África a desarrollar estrategias para una mecanización agrícola sostenible.
La Mecanización agrícola sostenible: un marco para África (SAMA, por sus siglas en inglés) es el resultado de los debates entre los responsables políticos de los estados miembros de la UA, la Comisión de la UA, la FAO y otros socios clave. Ofrece una visión detallada de la historia de la maquinaria agrícola en África y señala el camino para abordar los retos y crear nuevas oportunidades que garanticen la adopción exitosa de la mecanización.
“Duplicar la productividad agrícola y eliminar el hambre y la malnutrición en África para 2025 será solo un espejismo, a menos que se le otorgue la máxima importancia a la mecanización”, afirmó la Comisaria de Economía y Agricultura Rural de la UA, Josefa Sacko, en la presentación del marco en la FAO.
Sorprendentemente, más de las tres cuartas partes de los agricultores en África subsahariana preparan sus tierras utilizando solo herramientas manuales, práctica que conlleva una baja productividad, echa para atrás a los jóvenes y es incompatible con la meta del Hambre Cero en el continente.
“Los agricultores de África deberían poder utilizar la tecnología agraria moderna, tanto digital como mecánica, para impulsar el sector agrícola de manera sostenible”, aseguró la Directora General Adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo.
El nuevo marco identifica 10 prioridades que los Estados miembros de la UA deberían incluir en sus planes nacionales, desde la necesidad de un suministro estable de repuestos para la maquinaria y mecanismos innovadores de financiación, y la importancia de la colaboración a nivel regional que permita contar con servicios transfronterizos de alquiler.
El documento marco señala que las estrategias nacionales de mecanización exitosas deben abordar los problemas clave de sostenibilidad, entre los que se incluyen género, juventud, protección ambiental y el principio general de que la agricultura debe ser rentable. También enfatiza que estas estrategias deben cubrir toda la cadena de valor agroalimentaria, incluidas las cuestiones relacionadas con la recolección, manipulación, procesado y la inocuidad alimentaria, con miras a reducir las pérdidas de alimentos, impulsar el empleo rural y reforzar los vínculos entre agricultores y consumidores.
Pasado, presente y futuro
Mientras que en Asia más del 60 por ciento de las tierras agrícolas se preparan con ayuda de tractores, en el África subsahariana este porcentaje es de cerca del 5 por ciento. Además, el uso de animales de tiro en el África subsahariana es muy limitado fuera de Etiopía -debido en gran medida a la mosca tsetsé-, por lo que casi todo el trabajo se realiza de forma manual.
El resultado es que muchos campesinos africanos aplican técnicas de bajo rendimiento, y pueden preferir los métodos de corta y quema.
Hoy en día, hay disponible maquinaria más pequeña y asequible, como los tractores de dos ruedas. Los servicios de alquiler que utilizan tecnologías digitales están demostrando ser populares en todo el continente, lo que subraya cómo los activos de capital pueden compartirse para lograr un mayor acceso y a escala más amplia a herramientas modernas.
¿Qué debería hacerse?
El documento marco constata que las iniciativas transfronterizas (para distribuidores, redes de suministro y operadores de tractores) pueden permitir una escala viable y una mayor utilización.
Otra consideración clave es la rentabilidad de las explotaciones agrícolas, que podría fomentarse dando a los mercados, al crédito y a la tenencia de la tierra un papel visible en las políticas de mecanización. El marco ha sido pensado para apoyar las promesas hechas en la Declaración de Malabo y la Agenda 2063 de la Unión Africana, en una manera que cuente con el impulso del sector privado, y sea ecológica, asequible y respetuosa con los pequeños campesinos.
Su implementación requerirá contribuciones significativas de otras partes interesadas, incluidas instituciones públicas y actores privados como la Asociación Europea de Industrias de Maquinaria Agrícola (CEMA), que acaba de renovar su asociación con la FAO para trabajar en temas relacionados con estrategias de mecanización sostenible en países en desarrollo.
La estrategia de la FAO y la UA reconoce que “existe un gran potencial para la innovación en la agricultura africana”, en particular con la proliferación de las tecnologías móviles y el acceso a la información y los servicios, y que debe hacerse un esfuerzo importante en el desarrollo de capacidad para afrontar los desafíos existentes.
Con ese fin, la FAO y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han publicado igualmente un manual de capacitación para ayudar a desarrollar redes más eficaces para el acceso a servicios de mecanización en pequeña escala.
Fuente: FAO